LA expansión del coronavirus en Melilla se ha ido de las manos, como en casi todo el territorio nacional. En nuestra ciudad, los contactos ya no nos vienen de fuera, sino que se ha convertido en un virus de contagio comunitario, cumplimos con el baremo de Sanidad para aplicar el confinamiento y por muchos esfuerzos que se hagan, o llegan tarde o no sirven para nada. Pero tampoco se nos debe escapar que, desde el punto de vista sanitario, nuestra dependencia es del Ministerio de Sanidad y Salvador Illa algo tendrá que decir sobre nuestra ciudad. No todo va a ser Madrid. La competencia en otras regiones, tanto de salud pública como desde el punto de vista sanitario, es de las comunidades autónomas, pero en el caso de Melilla es única y exclusivamente del señor Illa y más concretamente del director general del Ingesa, a quien, desde luego, no hemos visto por nuestra ciudad a lo largo de todos estos meses. Por tanto, que no se nos olvide que también en Madrid hay alguien que tiene la obligación competencial de preocuparse por Melilla aunque seamos muy pocos y en escasos kilómetros cuadrados.