- La fórmula podría adoptarse perfectamente en Melilla si el Gobierno local pone su 25%
El diputado ceutí Juan Bravo avanzó ayer uno de lo secretos mejor guardados: el contenido de la enmienda transaccional que el Gobierno de Mariano Rajoy, con el apoyo de PSOE y C’s, está tramitando en el Congreso para conseguir abaratar el transporte marítimo en las ciudades autónomas.
En Melilla estamos todos en ascuas. Y ese todos incluye a oposición y miembros del Ejecutivo local, que o se felicitan antes de tiempo o no se atreven a saltar de alegría por el advenimiento de un supuesto descuento del 75% (ahora es del 50%) para los billetes de barco. Sería una bonificación idéntica a la que se aplicará en Canarias en los trayectos entre las islas, gracias a que Nueva Canarias tiene en su mano la aprobación de los Presupuestos Generales de Estado y ha barrido para casa con tanto o más ímpetu que los vascos.
Ayer supimos que el abaratamiento del transporte en principio beneficiará en primer lugar a los empresarios que podrán aplicarse descuentos de hasta el 50% en las importaciones y exportaciones.
Pero también podría beneficiar al resto de los melillenses. Si a un comerciante le cuesta menos dinero traer mercancía a Melilla y aquí no hay IVA, sería lógico que bajaran los precios y que, a la larga, paguemos menos en la ciudad por los mismos productos que se venden en la península.
A esa bonificación hay que añadir que la Ciudad está peleando por la tramitación de la declaración de líneas de interés público para las rutas aéreas entre Melilla y Almería, Granada y Sevilla.
De conseguirse tendríamos una segunda victoria a nuestro favor en materia de transporte público.
Claro que es legítimo querer más. A nadie le amarga un dulce y a todos nos gustaría tener un descuento adicional de otro 25% en el billete del barco a la península. En Canarias lo tienen porque el Gobierno central ha accedido a abonar el 50% (algo que ya tenemos en Melilla) y el Ejecutivo canario aporta otro 25%. Es así como los canarios llegarán al famoso 75%.
La fórmula podría adoptarse perfectamente en Melilla si el Gobierno local pone su 25%, pero para eso, con casi total seguridad, necesitaría más dinero del Estado. De momento nadie se moja para aclarar qué está pasando ni qué va a pasar. El Faro ha tocado a todas las puertas buscando respuestas y nadie contesta. Los que tienen que hablar han hecho mutis.