El centro de salud de la Zona Norte (Cabrerizas) ha sido escenario de unas jornadas para la aproximación a las características específicas que tienen los menores con trastornos de neurodesarrollo o con trastorno del espectro autista (TEA), según ha informado la Dirección Territorial del INGESA.
La idea de celebrar este encuentro formativo surge a raíz de que profesionales de la Enfermería del centro de Cabrerizas detectan un déficit en la atención con menores con trastornos de neurodesarrollo o con trastorno del espectro autista. Es por ello que estos encuentros han estado abiertos a la asistencia de facultativos, Enfermería y estudiantes de la Universidad de Granada. La primera charla la impartió la asociación TEAMA sobre la etapa infantil y el pasado miércoles intervinieron representantes de la asociación Autismo Melilla, quienes trataron las peculiaridades de la adolescencia y juventud.
La charla de Autismo Melilla corrió a cargo de las psicólogas Paula Zarco y Paula Cornejo, quienes enfocaron su intervención en unos conocimientos básicos del autismo y la variedad que existe en el espectro, ya que estos pacientes tienen características comunes; pero cada uno es muy diferente a otro y varían los niveles cognitivos. A partir de ahí, explicaron las formas que creen adecuadas de cómo poder abordar los enojos, las irritaciones o rabietas de los menores, con estrategias de conducta para que estos pacientes acudan a la consulta médica o de Enfermería de forma relajada. Asimismo, expusieron su punto de vista sobre cómo adecuar las salas de espera con este mismo objetivo con especial detalle en la señalización, tanto vertical como horizontal.
Según Zarco, la mayoría de los problemas se dan en los momentos de espera para las consultas porque estas personas no suelen comprender el porqué transcurre tanto tiempo en una cola o sentados. Apunta que plantearon una mejora en la atención para que los profesionales del centro de salud estén advertidos de que un paciente con TEA tiene cita y ésta sea de las primeras para evitar las esperas largas. Luego, comenta, ya en la consulta, hay que utilizar algún “premio”, por ejemplo, unas galletas, como forma negociación con el paciente en momentos que le generan malestar, frustración o rabietas para hacerle comprender que la recompensa es mayor que las molestias que va a tener en la consulta o en la realización de una prueba. También, sugiere Zarco, en la consulta debería haber una señalización horizontal, “como huellas en el suelo” para que los pacientes entiendan que deben permanecer ahí mientras dura la prueba, ya que “es muy importante el apoyo visual”, comenta.
Experiencia de las familias
Joan Casares, presidente de la AMPA del Colegio de Educación Especial Reina Sofía, y de la Plataforma NEES (Niños con necesidades específicas), aportó el punto de vista de las familias sobre la atención a estos pacientes en el centro de salud. Para ello Casares aportó dos videos seleccionados de las grabaciones que realizó en días precedentes a varias madres para que explicasen su experiencia en el centro de salud.
Según Casares, la mayoría de las personas entrevistadas coinciden en su deseo de que la admisión de estos pacientes debe ser más rápida y, preferentemente, antes de que haya otras personas esperando, puesto que en muchos casos éstas no comprenden el porqué el paciente con TEA entra antes que ellas.
No obstante, incide como Autismo Melilla, que los tiempos de espera no suelen ser comprendidos por los pacientes con TEA que pueden provocar situaciones conflictivas en una sala en la que hay más personas que no suelen comprender estas manifestaciones características del síndrome.
También comenta que en ocasiones no se cumple el protocolo de cuidador porque muchos padres desconocen cómo es su funcionamiento.
Con respecto a las consultas, explica Casares que hay jóvenes altos y fuertes físicamente que en caso de ansiedad y pánico pueden llegar a provocar situaciones conflictivas de seguridad, lo que conlleva que la comunicación entre los profesionales sanitarios y los progenitores-cuidadores no se realice en las mejores condiciones. Por tanto, la información sobre diagnóstico y tratamiento no suele ser comprendida, el mensaje no llega al receptor.
Apunta que estas situaciones se agravan cuando se acude a un servicio de urgencias, bien del centro de salud, de Primaria o del Hospital, porque ahí los tiempos de espera suelen ser mayores. Es por ello que piden que en Admisión se tenga en cuenta el tipo de trato que deben tener los pacientes con necesidades especiales para que la atención sanitaria se realice en las mejores condicione. Es decir, que se les identifique de forma previa antes de pasar a la sala de espera.
Tanto en las intervenciones de Autismo Melilla como la de Casares existieron coloquios con el aporte de la visión de los profesionales y se expusieron experiencias con diferentes casos tanto positivas como negativas, así como se expusieron diferentes ideas para paliar las deficiencias detectadas.
Análisis de procedimientos
El director territorial del INGESA, Omar Haouari, quien agradece a las representantes de Autismo Melilla y de la Plataforma NEES su participación en la charla-coloquio y apunta que se analizará el protocolo y procedimientos que se siguen por si caben mejoras para que la atención sanitaria se realice en condiciones óptimas teniendo en cuenta las peculiaridades de estos pacientes. Asimismo, recuerda Haouari que también se realizan acciones con la Dirección Provincial del Ministerio de Educación para la detección temprana en los centros escolares de niños con TEA.
Por otra parte, los días 23 y 24 de junio el INGESA ha organizado unas jornadas sobre la salud mental en la etapa infanto-juvenil en la que, desde un abordaje multidisciplinar, se abordarán entre otros temas los diferentes aspectos de los trastornos del espectro autista.