El plantel azulino completa una sesión de entrenamiento centrada en el aspecto táctico y estratégico. Álex Cruz es la única baja con la que cuenta el técnico azulino, Josu Uribe.
La UD Melilla encara la recta final de una semana en la que visita uno de los feudos más complicados del Grupo para medirse al sexto clasificado del campeonato, el Linares Deportivo, ante el que los azulinos quieren poner fin a la mala racha que atraviesan y retornar a la senda del triunfo.
El plantel unionista completó en la jornada de ayer una sesión de entrenamiento centrada en el aspecto táctico y en las acciones a balón parado. Tras el obligado calentamiento, los azulinos trabajaron las entradas por las bandas y centros al área desde ambos flancos. A renglón seguido, Uribe incidió en determinadas situaciones del juego tanto en el aspecto ofensivo como defensivo con la idea de combatir y superar el entramado defensivo del conjunto minero, además de la manera de neutralizar el potencial ofensivo de la escuadra linarense.
El última tramo de la sesión consistió en un partido de fútbol disputado a tres cuartas partes del terreno de juego del Municipal melillense en el que se pudo vislumbrar algunos de los cambios que podría introducir Uribe con respecto al once inicial que se enfrentó al Recreativo de Huelva.