Ya hace más de una semana que se publicó el documental de la BBC sobre lo sucedido el pasado día 24 de junio en Melilla, con el título original ‘Death on the border: Africa eye documentary’, que significa ‘Muerte en la frontera: documental sobre el foco de África’, que incluso ya ha salido traducido al castellano. El Faro repasa pormenorizadamente lo que en él se cuenta.
En la introducción, se habla de inmigrantes aplastados y golpeados en el día con más muertos entre las fronteras entre España y Marruecos y aún nadie se ha hecho cargo de lo ocurrido. La cadena británica asegura haber visto docenas de vídeos.
Un inmigrante dice que los golpeaban si se movían o decían algo. Incluso aunque no hablaran, les pegaban, asegura.
Siempre según la BBC, no hubo asistencia médica ni información ni tampoco información de cómo se produjeron las muertes, cuyas cifras aún están bailando, aunque las cifras oficiales sitúan en 23.
Melilla y Ceuta, recuerda el documental, son los dos únicos enclaves europeos en el continente africano y también el lugar donde inmigrantes que buscan el sueño europeo han fallecido. En este caso, se trataba de unas 2.000 personas, procedentes en su mayoría de Sudán, que habían recorrido unos 2.000 kilómetros a manos de las mafias para llegar a la frontera del Barrio Chino.
Todo empezó el día antes, cuando las fuerzas marroquíes empujaron hasta la cima del monte Gurugú a los cientos de inmigrantes que allí se congregaban desde hacía un tiempo. Así lo explica Yousfe, el único de ellos que consiente en dar su nombre. Una chica añade que la Policía marroquí les dio 24 horas para marcharse de allí o les dispararían. Ante tal disyuntiva, esa noche decidieron que saltarían la valla de Melilla. Allí llegaron por la mañana sin problemas y nadie los detuvo, según explica, al tiempo que aclara que le resultó “extraño” comparado con otras veces que habían intentado hacer lo mismo. “Si nos hubieran querido disparar, lo tendrían que haber hecho antes de que llegáramos a la valla”.
En el vídeo, se ve entonces una gran hilera de personas hacia el Barrio Chino sin nadie deteniéndolos. La BBC muestra grabaciones donde se aprecia cómo la Policía marroquí se marcha de la zona conforme la multitud se aproxima a la valla. Según Marruecos, iban con palos, pinchos y otros objetos afilados, pero Yousfe aclara que los palos eran para ayudarse a subir la valla, no para golpear a nadie. El grupo intenta abrir una pequeña puerta y entonces la presencia de la Policía marroquí les hace dividirse en pequeños grupos. Algunos logran pasar por un pequeño hueco y otros reciben gas lacrimógeno y bombas de humo. “Estábamos aterrados”, cuenta un inmigrante.
Caminan por toda la calle y entonces el documental muestra una pequeña valla azul tras la cual hay lo que ellos denominan un pequeño patio cubierto. Es la conocida como ‘tierra de nadie’. Sin embargo, se ve una bandera marroquí ondeando en una esquina. La cinta muestra entonces a una mujer golpeada por detrás por la Policía marroquí, que acorrala a los inmigrantes desde ambos lados de la calle mientras siguen lanzando gas lacrimógeno y bombas de humo.
Un inmigrante cuenta que fue entonces cuando entendieron que lo mejor que podían hacer era subir a la valla. “Mejor eso que ser golpeados en la cabeza”, dice. Sin embargo, con tanta gente intentando subir, al final la valla colapsó y muchos de ellos quedaron atrapados en el patio al que se refiere la cadena. “En un sitio de unos 100 metros cuadrados, no había manera de salir de allí”, afirma un inmigrante.
Las imágenes muestran cómo un gran número de fuerzas marroquíes se reúnen fuera del patio, frente a la valla azul, para evitar que alguien pudiera dar marcha atrás. Se les ve de nuevo lanzar gas lacrimógeno y bombas de humo en las zonas cercadas. Otra imagen muestra el patio como foco de la violencia.
Una mujer asegura que no podían respirar y, en un vídeo grabado desde el lado español, se muestran los signos del gas lacrimógeno y las bombas de humo. Un hombre cuenta que la Policía marroquí podría haberlos arrestado y sacado de allí, “pero decidieron lo contrario: usar todas las armas a su disposición”. En un momento dado, ese patio se llena de gente, que entra en pánico y se produce una estampida.
Otra relata que, de repente, había 50 personas encima de ella y no se podía mover, porque se le había quedado atrapada una pierna. “Estaba aterrorizada”, insiste. Mientras tanto, un hombre cuenta que él estaba en medio del apelotonamiento de gente, intentando empujar para salvarse. Cayó de la valla y, después, un montón de gente encima. “Las fuerzas de seguridad podrían haber abierto la puerta. ¿Por qué no lo hicieron? No somos criminales”, clama.
En ese momento, aunque la mayoría de inmigrantes quedan en la ‘tierra de nadie’, porque, según la BBC, fueron expulsados por la Guardia Civil, algunos llegan a territorio español. El periodista Javier Bernardo grabó algunas imágenes en las que, pese a los repetidos desmentidos por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, también se aprecia cómo las fuerzas de seguridad marroquíes entran en la zona española para llevarse consigo a inmigrantes sin darles la posibilidad de solicitar asilo. Para la BBC, la legalidad de este acto está en entredicho. “Vi que se llevaron a 300 personas, todas las que estaban ahí”, describe Bernardo.
Yousfe añade que la Guardia Civil le ató las manos y lo entregó a la Policía marroquí, algunos de cuyos agentes lo golpearon. “Uno me dio en la cabeza con un palo, caí y perdí la consciencia”, relata. Una mujer confirma que los golpearon una y otra vez y asegura que, aún hoy, tiene lastimada una pierna. Además, vio “morir a tres amigos”.
El vídeo muestra, en este punto, a los inmigrantes detenidos en el patio y en la zona junto a la valla azul. En algunos otros vídeos obtenidos para la BBC, “demasiado gráficos para ser mostrados”, se ven cuerpos de fallecidos y gente sangrando “agónicamente” sin recibir asistencia sanitaria.
Según un hombre, les gritaron que podían hacerles “cosas peores”, porque no eran “humanos” y no merecían “la pena”. “Nos golpeaban para ver si estábamos muertos y, si no lo estábamos, nos golpeaban más”, prosigue esta persona, quien asegura que, “además, impidieron a los médicos hacer su trabajo”. En efecto, otro corrobora que los tiraron al suelo, con los heridos y los muertos entre ellos, durante horas, y sin asistencia médica. Otro añade que la ambulancia llegó “tarde”, porque las fuerzas de seguridad impidieron una intervención más temprana.
Posteriormente, varios autobuses se llevaron a los inmigrantes, muchos de ellos heridos, y, según cuenta el documental, los fueron dejando en diversos lugares de Marruecos. Tampoco en el autobús se proporcionó ayuda sanitaria y, de hecho, según desvela uno de los inmigrantes, un hombre murió allí. Sus compañeros hicieron fotos al cuerpo para enviárselas a su hermano, en Sudán, e informarle de su muerte.
La BBC dice que no está claro qué sucedió con los cuerpos, pero asegura que “fuentes independientes” cuentan que hay docenas en la morgue de Nador. La cadena quiso investigar este hecho, pero las autoridades marroquíes les denegaron el acceso.
El hermano del fallecido en el autobús afirma que, aunque intentaron investigar, no les dejaron hacerlo.
La Asociación Marroquí Pro Derechos Humanos (AMDH) contó más de 70 desaparecidos y uno de sus representantes, Omar Naji, certifica que vieron a “las autoridades de Nador excavando 21 fosas”.
Las autoridades marroquíes rechazaron contestar a la BBC, pero la cadena recuerda que el director de Inmigración y Frontera sí habló con los medios españoles y defendió la actuación de la Policía marroquí. Desde el Ministerio del Interior marroquí, Khalid Zerouali, también justificó la actuación policial habida cuenta de que, según él, los inmigrantes eran gente con formación militar que venía de combatir en las guerras de Somalia –como Darfur- y otras zonas.
La BBC relata que los gobiernos de España y Marruecos están afrontando preguntas sobre lo que sucedió el 24J. En este punto, aparece el diputado Jon Inarritu (Bildu) con unas imágenes que, según él, prueban que lo sucedido el 24J acaeció en España. En septiembre, preguntó al Gobierno en el Congreso y le recordó que la llamada ‘tierra de nadie’ no existe en el Derecho Internacional. Dijo que, en realidad, el episodio ocurrió en Melilla o, al menos, entre Melilla y Nador, con una actuación policial conjunta.
Para la BBC, es difícil saber dónde se produjeron las muertes. En una grabación de agosto, la cadena recogió el patio con su valla y la bandera marroquí ondeando. Aunque se les dijo que esa zona era española, viendo los vídeos, concluyen que la mayoría de los cuerpos se encontraban en la llamada ‘tierra de nadie’. En otro momento se ve que la puerta entre las dos zonas se ha abierto y que hay una pila de gente fuera de la ‘tierra de nadie’, a la entrada, con tres muertos contra la puerta azul. Así, la cadena vuelve a explicar que, en otro vídeo, “demasiado gráfico”, se puede observar, al menos, un muerto en la entrada y otros dos siendo movidos por la Policía marroquí “en el área que las autoridades españolas dijeron que estaba bajo su control”.
Marlaska no piensa igual. En el Congreso aseguró que los hechos sucedieron en Marruecos y sólo “de manera muy tangencial” en España.
Ambos países han comenzado investigaciones sobre lo que sucedió, pero “ni se han publicado vídeos de las cámaras de seguridad ni nadie ha aceptado su responsabilidad hasta la fecha, tampoco de la aparente falta de asistencia médica”, se asegura en el documental. Un hombre insta a las autoridades españolas a publicar las grabaciones que tengan.
Según la BBC, “parece haber gran diferencia entre cómo los agentes marroquíes respondieron en esta ocasión al intento comparado con otros saltos en años anteriores”. Así, la cadena muestra imágenes de mayo de 2021 en Ceuta, “cuando las autoridades marroquíes no hicieron nada para detenerlo”, y recuerda que entonces las relaciones entre ambos países estaban rotas y lo achaca a ello.
De hecho, el documental indica que, desde el reconocimiento del Gobierno español de la autonomía del Sáhara occidental dentro de Marruecos, los grupos marroquíes pro derechos humanos creen que la respuesta de este país está siendo “más dura”. En este sentido, recuerdan que, en marzo, hubo tres intentos y nadie murió y “la única diferencia” con el 24J era que en junio las relaciones estaban restauradas.
Casualmente, o no, dos semanas más tarde, recuerda la BBC, se firmó un acuerdo de asociación entre la Unión Europea (UE) y Marruecos para controlar la inmigración, con un gasto de 500 millones en cinco años que entregar a Marruecos.
La respuesta del Gobierno español ante todo esto fue la siguiente: “133 personas entraron en territorio español. Sus peticiones de asilo se están tramitando. Cualquier rechazo en la frontera se hizo de acuerdo con la ley española, respaldado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. La reclamación de que 300 migrantes fueron expulsados de España a Marruecos es falsa. Ningún muerto fue llevado de España a Marruecos. Todas las grabaciones de las cámaras se han entregado a las autoridades judiciales para sus investigaciones”. La cadena británica también contactó al Gobierno marroquí, pero no obtuvo contestación.
Yousef sigue con sus trámites para el asilo mientras sus amigos siguen en las calles de Marruecos. Un total de 75 de ellos han sido procesados por las autoridades marroquíes y se enfrentan a penas máximas de dos años y medio de prisión.
Un hombre hace una pregunta al mundo: “¿Por qué es tan barata la vida humana? ¿Qué crímenes cometieron para merecer este trato y morir en Marruecos, a escasos pies de España y de la Unión Europea?”. Otro añade: “Podríamos habernos unido a las milicias en nuestro país, porque es la única manera de sobrevivir, matar en vez de ser asesinados, pero, en vez de eso, elegimos marcharnos, dejar la muerte atrás y hacer nuestro camino. No podíamos imaginar algo como lo que pasó. Yo no morí aquel día, pero no estoy vivo ahora. Ojalá hubiera muerto con mis dos hermanos”.
La BBC debería de centrarse más en la esclavitud y saqueo de la corona británica en sus antiguas colonias, así como en el blanqueo de grandes capitales de oligarcas rusos, y del papel delictivo que jugaron los abogados británicos en los secuestros de barcos en las costas de Yemen, al ser los banqueros de cobro de esos secuestros.
Ojala no ocurra nunca nada parecido en Gibraltar... Es vomitivo asistir al ejercicio funambulista de equilibrio entre los presuntos y fieles defensores de las FSE y los acosos al Gobierno actual. Insisto en que es inverosímil ver a personas en ese alambre... Pero siempre hay un Karma en todo...