El ahorro energético está a la orden del día y más ahora que el precio de la luz se ha incrementado en los últimos meses. Las placas solares es una de las alternativas para reducir el gasto y, además, es una medida que permite contribuir al cuidado del medio ambiente. Sin embargo, estos paneles fotovoltáicos no son muy populares entre los melillenses.
Según el sistema PRETOR, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Melilla fue la autonomía española con menos paneles solares registrados en el año 2021. Un dato sorprendente ya que España es uno de los países con más horas de luz solar al año, con una media de 2.500 horas de sol.
Por este motivo, recientemente el autoconsumo se presenta como una alternativa a tener muy en cuenta. De hecho, según el Estudio de Energías Renovables de SotySolar, 8 de cada 10 españoles se muestran a favor de utilizar energía verde en su vivienda, pero el desembolso inicial es el principal freno de un tercio de los españoles para cambiarse.
Sin embargo, para algunos el desembolso inicial de la instalación supone el principal freno para pasarse a este modelo de consumo.
En Melilla son muchos los ciudadanos que afirman no tener placas solares instaladas en sus hogares, pero confiesan que han llegado a plantearse esta alternativa en más de una ocasión.
Muchos señalan que viven en pisos de alquiler y que la decisión no es suya, pero que sí tuviesen una vivienda propia si llegarían a considerarlo.
Otros ciudadanos que se lo han planteado alguna vez, afirman que viven en comunidad y que para instalarlas deberían ponerse de acuerdo todos los vecinos. Algo, piensan, que es muy complicado y más si el número de vecinos es alto.
Hajah, otra melillense, cuenta a El Faro que sí le gustaría instalar placas solares en su casa y se lo ha planteado alguna vez. ¿Los principales motivos? Además del evidente ahorro energético que trae consigo, Hajah comenta que lo que más le llama la atención es que son energías naturales que se reciclan y, por tanto, reducen la contaminación.
Con la instalación de las placas solares se puede llegar a conseguir ahorrar hasta un 50% del consumo energético y además ayudan a cuidar del medio ambiente. Aún así, algunos no están muy convencidos de que el cambio pueda llegar a compensar tanto.
Esteban, por ejemplo, considera atractiva la idea de instalar las placas solares y asegura que si muchas personas vivieran en casas propias u otro tipo de viviendas, sí se lo plantearían más a menudo, sobre todo por el ahorro. Sin embargo, este ciudadano no sabe “hasta qué punto puede llegar a compensar” tener placas solares en las azoteas de la vivienda y desconoce el importe inicial de la instalación.
Otros melillenses cuentan que sus facturas de la luz no están siendo desorbitadas y que ellos cuidan mucho el consumo energético en casa. A no ser que haya épocas en las que se produzca algún pico fuera de lo habitual, no suelen gastar de manera excesiva. Por este motivo, creen que la instalación de las placas solares es un gasto mayor y que no les renta tanto. Piensan que los negocios sí pueden beneficiarse más, porque su consumo es mucho más alto que el de una familia.
El boca a boca también hace mucho, tanto para bien como para mal. Y es que algunos melillenses aseguran que conocen gente o tienen familiares que han tenido instaladas las placas solares durante varios años (hasta una década) y han acabado por retirarlas de sus viviendas y volviendo al consumo tradicional porque “no les compensa”. Esta experiencia hace que algunos melillenses no encuentren tan atractiva esta idea.
Natalia, en cambio, es una de las ciudadanas que desde hace dos años tiene instaladas placas solares en su casa. Hablando con El Faro, ha asegurado que desde el momento en el que se decidió a colocarlas en su hogar, todo han sido ventajas.
“Ahora yo le vendo la energía a la compañía. Salgo ganando. Te lo recomiendo muchísimo”, comenta alegre.
Natalia tiene su propia vivienda, ya que para tener placas solares en los hogares, los usuarios no pueden imponer esta medida al resto de vecinos (uno de los motivos por el que muchos melillenses no pueden tenerlas en sus casas). Cuenta que la instalación tuvo una duración de dos meses, no tuvo ningún problema, y a partir de entonces todo ha ido muy bien. Ahora lleva ya dos años ahorrando en el consumo energético.
Al contrario de algunas opiniones, esta melillense afirma que sí ha notado el cambio en la factura de la luz. Natalia explica que nunca ha escuchado a nadie que tiene las placas solares en su hogar quejarse y que siempre han sido más ventajas y beneficios que otra cosa. “A lo mejor no están tan contentas como yo, pero sí lo he notado. Se ahorra muchísimo”, dice.
La asociación de ecologistas melillenses, Guelaya, señalaba en un comunicado que la ciudad autónoma debería moverse en pro de las energías renovables y que debería destinarse dinero público para promover la instalación de estas placas fotovoltáicas en los tejados de los edificios de Melilla.
La asociación señaló que la ciudad va a recibir bastante dinero proveniente de los Fondos Europeos de Recuperación y que el 40% se deben destinar a la lucha contra el cambio climático.
Sotysolar refleja en su estudio que el 64% de los españoles afirma que una mayor ayuda en la financiación y más facilidades de pago sería el principal motivo por el que apostarían por la energía renovable en su hogar; también las facilidades para la instalación son el motivo por el que el 59% de los españoles se animarían.
Para aquellos melillenses que quieran pasarse a la energía renovable, la Consejería de Medio Ambiente abrió una convocatoria de 700.000 euros en ayudas para instalar placas solares en negocios y viviendas. El plazo sigue abierto y podrá solicitarse hasta diciembre de 2023.