Enmarcada dentro del coloquio ‘Turismo y desarrollo económico’ organizado por El Faro en el Hotel Melilla Puerto, la periodista Pilar Martínez, una de las ponentes invitadas, ha destacado la importancia de tener una estrategia muy meditada para conseguir que una ciudad se transforme y se convierta en destino turístico, como ha ocurrido con la ciudad de Málaga durante estos años.
Pilar Martínez es redactora del Diario Sur de Málaga y se mudó a la ciudad en 1991 por motivos de trabajo. Desde entonces, hace más de treinta años, asegura que la ciudad no es la misma de ahora.
La ciudad turística en la que Málaga se ha convertido hoy en día es el resultado de la suma de esfuerzos y de planes muy pensados, estratégicos y con conciencia de que “el turismo es un sector transversal”.
Martínez lleva muchos años trabajando en la sección de Turismo del periódico. Durante estas décadas ha sido testigo diario de la transformación que se ha ido produciendo en la ciudad. “Lo he ido viviendo muy poco a poco, y era consciente cada momento de cómo iba evolucionando”, explica.
Al principio, comenta que los hoteles de Málaga estaban pensados para una noche dentro de la ruta de los comerciales. Pero la transformación de la ciudad fue la base para que el sector creciese y cambiase con ella.
“Hay que tener una conciencia clara de lo que supone el turismo. Mucho del éxito de Málaga ha sido por la colaboración de las administraciones e ir todos a una, optimizando todos los recursos hacia un objetivo común”, declara.
En ese sentido, la periodista ha recordado que el turismo influye en muchos más aspectos que el efecto que produce la llegada de turistas y lo que hacen en la ciudad, ya que la oferta hotelera, por ejemplo, es capaz de generar mano de obra, empresas de mantenimiento y mucho más.
Martínez recuerda que el turismo en Málaga comenzó a crecer después de la peatonalización de la calle Larios, una decisión urbanística valiente que vino acompañada de polémica, pero que fue clave para el desarrollo turístico de la ciudad.
En ese sentido, la ponente señala que hace unas décadas, en la ciudad había calles que eran un “paseo triunfal" mientras que otras daban “miedo”. Ahora el escenario es muy distinto, ya que estas se han recuperado gracias al turismo.
Málaga apostó por el turismo cultural para atraer visitantes y ha conseguido crear una oferta de museos, alojamientos y hoteles muy buena. Recuerda que la ciudad tuvo que plantearse que estaba viviendo “a espaldas del turismo”, a pesar de tener una competencia muy fuerte con un destino tan poderoso como es la Costa del Sol.
“Con esa fuerza se tomó la decisión de posicionarse como un destino urbano”, afirma. A raíz de ahí, explica la periodista, se decidió poner el foco, por ejemplo, en la figura de Pablo Picasso, quien a pesar de haber estado en muchos lugares, tan solo había nacido en un solo sitio: Málaga. A partir de ahí se crea otro relato y en 2003 llegó el Museo Picasso de Málaga.
Actualmente la ciudad cuenta con 40 museos, que han generado un impacto muy positivo, ya que las calles se han revitalizado. El turismo cultural tiene un nivel adquisitivo “un poco más alto”, señala, por lo que se va generando una oferta de restauración, así como el desembarco de nuevas firmas importantes.
De esta manera, Martínez apunta que quienes pasearon hace veinte años por el centro de Málaga, no lo reconocerían ahora. “Antes era una ciudad de paso, y ahora es de visita obligada”.
Un resultado que no es más que la suma “mucho trabajo” y de la colaboración público-privada para que el turismo en la ciudad crezca, algo que es “el espejo de la forma de trabajo de Málaga".
Explica la periodista que durante estos años se ha trabajado codo con codo en todos los segmentos del sector privado que tienen algo que ver con el turismo. Gracias a esto, Málaga sigue “triunfando” y las cadenas hoteleras siguen queriendo tener su plaza en ella.
Por ello, señala que la constancia es fundamental. Pone de ejemplo que desde su creación en 2007, el foro de turismo se ha reunido cada mes “con perseverancia y continua gestión” de todos los agentes involucrados en él.
“Hay que planificar y pensar a lo grande”, dice. En su opinión se quedaron “cortos” a la hora de planificar el centro de la ciudad y el impacto que generaría en el sector turístico. “El centro se ha quedado pequeño”, apunta, dada la afluencia de turistas. “Si se hubiera pensado a lo grande el centro hubiera sido mayor”.
Otra de las actuaciones urbanísticas que ha marcado el desarrollo de la ciudad en este ámbito ha sido la integración del puerto con la ciudad. Se trata de un trabajo que se ha ido haciendo “poco a poco”, explica la periodista, pero bajo un plan estratégico muy meditado durante cuatro años. “Después de décadas, Málaga se ha consolidado como un destino turístico”, afirma.
Por otro lado, Martínez apuesta por apoyarse en las tecnologías y la digitalización –que cada vez tiene más relevancia en el día a día– para que Melilla piense en donde posicionarse.
Para llegar a responder sobre qué puede hacer Melilla para convertirse en una ciudad turística, la ponente reitera que es fundamental hacer un trabajo con todos los agentes y las distintas singularidades que existen. En Málaga llevó unas cuantas décadas que se transformara en el destino turístico que es hoy, pero apunta que actualmente el desarrollo puede ser todavía más rápido y se pueden acortar tiempos.
“La digitalización te permite llegar hacia el turista potencial que la ciudad necesita. Muchos turistas valoran si es un destino sostenible por encima del precio”, indica, resaltando que hay una variedad de campos en los que pensar a la hora de planificar una estrategia.