Representantes de los transfronterizos marroquíes que trabajaban en Melilla y Ceuta exigen que se regule la situación de 5.400 de sus compañeros que tienen sus contratos españoles vencidos, de cara a la próxima apertura de los pasos fronterizos con las dos ciudades españolas.
El representante de estos trabajadores en el sindicato Unión Marroquí del Trabajo (UMT), Maruan Chakib, explicó hoy a EFE que estiman que alrededor de 5.400 trabajadores perdieron los contratos laborales que les permitían acceder y trabajar en las dos ciudades.
Estas personas, que cada día iban y venían de Marruecos a Melilla y Ceuta para trabajar, se quedaron sin trabajo y perdieron sus lazos legales con sus empleadores tras el cierre de estos pasos fronterizos hace más de dos años debido al coronavirus, una clausura que se prolongó luego con la crisis diplomática entre los dos países.
Sólo 230 trabajadores transfronterizos, según los cálculos de UMT, tienen aún sus contratos vigentes.
El estatuto de los transfronterizos es uno de los asuntos que están negociando las autoridades españolas y marroquíes ante la próxima apertura de los pasos, anunciada el pasado 7 de abril por los dos países tras una reunión entre el rey Mohamed VI y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que escenificó el fin de la crisis bilateral.
"Queremos que nos dejen acceder a buscar otro trabajo y renovar nuestro documento de estancia. No puede ser que nos convirtamos en víctimas de la crisis entre España y Marruecos, ya es suficiente que llevemos dos años sin trabajar sin ningún tipo de ayuda", precisó Chakib.
Añadió que los transfronterizos miran con esperanza a la reunión hispano-marroquí prevista para hoy en Rabat sobre la emigración, y avisa que si deciden excluirlos del acceso a Ceuta y Melilla organizarán protestas en sus pasos fronterizos para defender sus derechos.
"Algunos de nosotros llevamos treinta años trabajando en Ceuta y Melilla, hemos dedicado la flor de su vida a este trabajo, y no es aceptable que se deshaga de nosotros de esta manera", precisó.
Chakib añadió que estas personas, que no pudieron acceder a Melilla y Ceuta de forma repentina, tienen también sus cuentas bancarias, sus seguros y sus médicos en los dos enclaves españolas.
Los fronterizos atravesaban a diario las fronteras desde la localidad marroquí de Castillejos hacia Ceuta, y desde Nador a Melilla, para trabajar en varios ámbitos como la construcción, carpintería, fábricas o trabajo de hogar.
Una fuente marroquí, consultada por Efe y que pidió el anonimato, señaló que en las negociaciones para la reapertura Marruecos quiere dar prioridad de acceso a Ceuta y Melilla a las personas con visados, los marroquíes con documento de residencia en el extranjero y los turistas.
De esta forma, el país magrebí quiere excluir en una primera etapa a los trabajadores transfronterizos y a los marroquíes que residen en las regiones de Nador y Tetuán, fronterizas con Ceuta y Melilla, y que podían acceder a las dos ciudades sin necesidad de visado.
Esa excepcionalidad del Tratado de Schengen es otra de las cuestiones aún pendientes de cara a la reapertura, después de que los gobiernos autónomos de Ceuta y Melilla hayan solicitado que se revise.
Me pregunto quien es el sindicato de unión de trabajadores marroquíes, para EXIGIRLE al gobierno español, que se regulen los contratos de trabajo fronterizos a marroquíes. Eso corresponde al ministerio del interior español, y no a una entidad extranjera. Además, a quien tienen que exigirles explicaciones este sindicato es al gobierno de su país, único culpable del cierre de fronteras. Pero claro para eso tendrían que enfrentarse a Alibaba y los cuarenta ladrones del gobierno, lo que está claro que nunca harían. Además el cinismo de este sindicato es tal, que todos sabemos que está subordinado y a las órdenes del Califa Mohamed, por lo que una vez más pone de manifiesto la agonía del gobierno marroquí, quien insta a sus esclavos a que se manifiesten y consigan ingresos extras para la economía de Marruecos. Los permisos fronterizos se darán cumpliendo la ley española, y no por coacciones ni chantajes de gobiernos extranjeros.