El Ministerio Fiscal pide para un ciudadano marroquí, O.Z., ocho meses de prisión tras haber sido sorprendido por la Policía Nacional con dos ventanas que habían sido robadas de una obra y un permiso de conducir que, por la fotografía, era evidente que no era suyo y sí de la persona en cuya vivienda habían sustraído varios objetos.
Los hechos ocurrieron el pasado 2 de enero de este año, cuando una patrulla policial dio el alto a O.Z. en la calle General Villalba. Llevaba un petate militar, dos hojas de ventana y un permiso de conducir que no era suyo. Como el acusado no ofreció a los policías una explicación de la procedencia de estos objetos, le detuvieron. El caso quedó visto para sentencia en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla al que no asistió el acusado, pero sí se contó con el testimonio de uno de los agentes de la Policía Nacional que intervinieron. Éste relató que al día siguiente de la detención recibieron una llamada de un vigilante de una obra que denunciaba un robo. Los agentes se personaron en el lugar y descubrieron que el propietario de la vivienda era la misma persona que aparecía en el permiso de conducir que intervinieron al acusado.