Un hombre aseguró ayer ante la juez de lo Penal número 1 de Melilla que en julio del año pasado su ex se saltó la orden de alejamiento que pesaba sobre ella y le abordó en el Parque Hernández, protagonizando un pequeño forcejeo que cesó en el momento en el que éste llegó a su domicilio. Denunció a la mujer, porque en abril del mismo año había sido condenada y no podía acercarse al denunciante a menos de 100 metros. El único testigo que declaró en el juicio es un amigo del denunciante, quien pasaba entonces unos días en su domicilio. Declaró que desde la ventana vio cómo una mujer estaba agarrando del brazo al denunciante en la puerta del Parque Hernández.
“Llegó a casa blanco y casi sin poder hablar. Llamó a la Policía y fueron los agentes los que tuvieron que calmarle primero para que les contara qué había pasado”, afirmó ante la juez. Este testigo explicó que la Policía le enseñó posteriormente dos fotografías y que en una de ellas reconoció a la mujer que había abordado a su amigo en la calle. Por quebrantamiento de condena, el denunciante pide para la acusada un año de prisión y una multa de 6.480 euros, es decir, 18 meses a razón de 12 euros al día.