Estaba paseando con su hermano y la policía marroquí los detuvo acusándolos de estar haciendo un reportaje, algo que él niega.
El periodista melillense Jesús Blasco de Avellaneda fue detenido ayer en compañía de uno de sus hermanos cuando se encontraba caminando por las calles de Beni Enzar. Según afirmó a El Faro el reportero tras haber pasado cinco horas preso, “no estaba trabajando” y sólo se hallaba “paseando tranquilamente” junto a su familiar por esa ciudad vecina de Melilla.
“Han venido mínimo 30 agentes. Han traído esos coches-calabozo en los que cogen a los inmigrantes. Cortaron la calle”, relató Blasco a este periódico. “Me han detenido porque saben que soy periodista”, aseguró.
Blasco afirmó que los agentes marroquíes los “arrastraron” y los golpearon “a porrazos” hasta encerrarlos en la furgoneta.
El reportero subrayó la “violencia” con la que se emplearon los agentes del país vecino. “Es la séptima vez que paso por calabozo en Marruecos. En la frontera, en Beni Enzar, en Nador... Nunca me habían tratado con esta violencia”.
La documentación
Blasco insistió en que no estaba trabajando. “Yo soy periodista, pero no las 24 horas”. Agregó que los funcionarios marroquíes les quitaron la documentación antes de trasladarlos a comisaría. Además, recordó que en Marruecos, cuando un europeo sufre una detención, suelen respetar que seas ciudadano de la UE. “Te quitan la documentación y ya está”. No obstante, indicó que en esta ocasión les despojaron de “la mochila y los móviles”.
Antes de que les arrebataran los terminales, llamaron “al consulado (español en Nador)” y también a José Palazón, líder de la asociación Pro Derechos de la Infancia (Prodein) para informar de lo sucedido.
“Hacer proselitismo”
En los distintos interrogatorios a los que los dos detenidos fueron sometidos, hicieron saber a los agentes que el hermano de Blasco es sacerdote. Según el periodista, esto empeoró la situación, pues los policías acusaron a su pariente de “hacer proselitismo”, a la par que insistían en que Blasco estaba trabajando para hacer un reportaje con los inmigrantes subsaharianos que acampan en las zonas cercanas a Beni Enzar.
“No puedes decir misa a los negros, no puedes hacer proselitismo en Marruecos”, le espetaron los agentes al hermano de Blasco. Aparte, advirtieron al reportero de que “los periodistas españoles tienen prohibido trabajar cerca del Gurugú y de la frontera”. “Nos dijeron que no podíamos hablar con los inmigrantes”, apostilló Blasco.
Los dos arrestados accedieron a suelo marroquí con sus DNI de residentes en Melilla. Sin embargo, los policías marroquíes les dijeron que tenían que “sellar el pasaporte” aunque fueran oriundos de nuestra ciudad.
"Lentitud" en el consulado
Blasco consideró que el consulado de España en Nador “ha tardado bastante en reaccionar”, algo que pudo deberse al hecho “de ser domingo” y que no hubiera funcionarios disponibles.
“Mi mujer y José Palazón han estado llamando miles de veces” al consulado, señaló Blasco. Al final, esta representación española contactó con las autoridades marroquíes. Tras ello, “se han calmado un poco y nos trajeron un chico que hablaba español, que nos devolvió los DNI. Tras ello, los dos hermanos abandonaron las dependencias policiales, cinco horas después de su arresto.
Blasco recordó a El Faro que la última detención que sufrió en el país vecino fue “a finales del año pasado”, cuando hizo un reportaje sobre una familia siria que llevaba tiempo retenida en suelo marroquí