Este martes se ha puesto la primera piedra del proyecto de remodelación que transformará el Parque Lobera. El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, y el consejero de Medio Ambiente, Daniel Ventura, acompañados de miembros de la empresa adjudicataria han sido los encargados de llevar a cabo este acto simbólico que da inicio a las esperadas obras.
El plan cuenta con un presupuesto que asciende a los 2.257.528,71 euros y se estima que esté finalizado en un plazo aproximado de catorce meses. La obra ha sido adjudicada a la empresa Ferrovial Construcción, que ya se encuentra trabajando en la zona.
Novedades que traerán las obras
Entre las acciones que hay proyectadas para este espacio natural tan emblemático de nuestra ciudad se encuentran labores de remodelación y recuperación de las zonas que ya había aunque también viene con algunas novedades.
La primera de ellas es la creación de un nuevo acceso que se creará desde la Plaza de la Aviación Española. Este se integrará con el sistema viario del parque mediante un nuevo vial que discurrirá desde las escaleras de acceso sur hasta unirse con la vía que llegaba hasta el espacio superior del Auditòrium Carvajal.
También contará este espacio con una nueva fuente de cortina continua en la zona alta del parque, la fuente del Torreón de Santa Lucía. Se ubicará muy próxima al antiguo emplazamiento de este histórico baluarte defensivo como homenaje. Sobre esta fuente se podrán proyectar imágenes estáticas o en movimiento.
Junto a esta nueva fuente, también se van a poner en funcionamiento las ya existentes, además de las cascadas. Irá incluido un nuevo equipamiento, cuadros eléctricos, sistemas de bombeo o filtros.
Asimismo, entre el equipamiento nuevo se pretende construir un edificio de una planta de hormigón armado, con el objetivo de que albergue los sistemas de monitorización de cámaras de seguridad y vigilancia. Dispondrá de aseo propio para los vigilantes.
Del mismo modo, en el paseo central del parque se va a emplazar una pérgola con vigas de madera que incluirán plantas enredaderas, que formarán una especie de pasillo vegetal.
En lo que se refiere al templete que ya existía, debido al mal estado en el que se encuentra, va a tener que demolerse. En sustitución de este, se construirá otro templete mediante estructura de madera con la idea de dedicarlo a un establecimiento de hostelería.
Labores de recuperación
Pero no solo se van a crear nuevas instalaciones sino que el proyecto también incluye labores de recuperación. Una de las más importantes es la reparación de las Galerías del Foso de San Carlos, a través de la que se pretende restaurar la conexión con los dos tramos de minas accesibles.
Se hará mediante la limpieza, retirada de escombros y restitución de los tramos de galerías que se pudieran haber perdido, hasta intentar habilitar el acceso a esta desde la zona del Rastrillo de Espadas. Las labores incluyen la iluminación de las galerías.
Asimismo, se producirá una renovación del mobiliario urbano y de las instalaciones como el saneamiento, el abastecimiento, el alumbrado y el riego.
Por otro lado, Medio Ambiente también adecuará el cerramiento exterior del parque. Para ello, se restaurarán e igualarán los cerramientos existentes con acabados de piedra natural, acordes al entorno puesto que el parque se encuentra enclavado en la zona protegida del cuarto recinto fortificado del Conjunto Histórico-Artístico de Melilla la Vieja.
Aunque si hay un tema que ha generado bastante controversia desde que el parque cerrara hace más de cinco años es la regeneración de sus espacios verdes, ya que este perdió cerca del 40% de su arbolado. Para paliar la situación, la Ciudad ha proyectado restaurar el paisaje vegetal mediante el suministro y plantación de numerosas especies en los jardines que se han diseñado y que se extenderán por todo el recinto.
Se dividirán en seis zonas diferenciadas. En el primer y segundo terreno se prevé la plantación de jardines demostrativos y didácticos con vegetación propia del entorno de Melilla. También habrá otro jardín de tacto olfativo con una zona adaptada para las personas con discapacidad, dos jardines de agua, uno de ellos junto a un huerto de cítricos, y un jardín oriental minimalista que será la zona zen. Se plantarán 6.592 plantas de 11 especies diferentes y 6.670 metros cuadrados de césped.
Antecedentes históricos
El Parque Lobera, de 2 hectáreas aproximadas de extensión, está situado en el ensanche modernista de Melilla, entre la avenida Cándido Lobera y la zona oeste de la Alcazaba. Está considerado uno de los pulmones verdes de la ciudad y puede accederse a él, de momento, sólo desde la zona centro. Se construyó en 1927 para evitar asentamientos ilegales en una zona céntrica e impedir el arrastre de tierras por escorrentías en una zona con bastante desnivel.
En 1978 se llevó a cabo una importante remodelación que le dio la fisionomía actual. En esta reforma se construyeron parte de los estanques, una plaza rodeada por pérgolas con una fuente central, un kiosco en el extremo este, un templete de música, nuevas escalinatas y rampas para favorecer la accesibilidad, cascadas, puentes y bancales a distintas alturas para acoger nuevas especies vegetales que completaban el bosque original de pinos y casuarinas.
Desde la Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza se promueve con este proyecto la restauración paisajística, el análisis, la rehabilitación y la futura conservación del Parque Lobera dentro de un contexto global de resurgimiento de conciencia social del jardín urbano, como espacio irremplazable y de fomento de políticas de protección del paisaje natural y cultural.
Sería extraordinariamente deseado, que al propio tiempo, se subsanasen algunos desperfectos del “Parque Hernández”, tales como los miradores del centro del parque, que fueran rehabilitados adecuadamente, para que pudieran quitar las cintas de prohibido el paso, que tan subjetivamente nos resultan, ya que hace más de un, tiempo llamado prudencial, que están puestas estas cintas prohibitivas. El tocón, qué, con una placa, en recuerdo a las víctimas del “Covid”, existe a pie del templete de música, que suele pasar desapercibido para la mayoría del público y en vista que desde que lo pusieron, no ha engordado, sería conveniente cambiarlo por otro más abultado que se hiciese notar, con lo cual aumentaría el letrero y a simple vista se podría leer, sin invadir la zona ajardinada, con lo cual quedaría mucho mejor la ornamentación. En cuanto al Kiosco, con sus mesas y sillas, muchas de ellas tumbadas, sería conveniente, darle otro aspecto, más acogedor, ya que actualmente desentona, es de desear, se hayan dado cuenta y le busquen la mejor solución, esperemos sepan darle vida a ese espacio cansino. Existen DOS (2) tocones de palmera, de hace tiempo, sin trasplantar.