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Conmemoración del Día Universal del Niño
Como viene siendo habitual, el Salón de Plenos recibió ayer la visita de 25 niños en representación de todos los centros escolares de la ciudad para celebrar el Pleno Infantil con motivo del Día Universal del Niño. En esta jornada, los menores aprendieron quiénes son los políticos que se sientan en esta sala, qué hacen y cómo funciona la sesión plenaria. El consejero de Educación, Juventud y Deportes, Antonio Miranda, les recibió interpretando el rol de presidente de la Asamblea, mientras que dos estudiantes se sentaron a su lado representando el papel de vicepresidentes primero y segundo.
Tras jurar y prometer sus cargos, todos los pequeños consejeros leyeron uno a uno los artículos que conforman la Carta de Derechos del Niño, aprobada por la Convención de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989 y ratificada por España el 26 de enero de 1990. Este documento remarca que todo niño tiene derecho a la educación gratuita y obligatoria, a la vez que prohíbe el trabajo infantil, condena los abusos sexuales y fomenta el juego y las actividades creativas y culturales, entre otros aspectos.
Preguntas (in)cómodas
La lectura de este texto internacional de buenas intenciones dio paso a una verdadera sesión plenaria en la que los niños lanzaron sus preguntas al consejero de Educación con una mezcla de inocencia, curiosidad y timidez, pero también con algo de picardía.
Hubo un par de cuestiones referentes a la movilidad. Así, un par de alumnos preguntaron cuánto se tardará en poner pasos de peatones elevados frente a los colegios o guardias de movilidad para controlar la circulación de los coches.
Sin embargo, la pregunta que hizo saltar las carcajadas de los profesores y otros asistentes al acto fue también la que sacó los colores a Miranda con una sonrisa algo comprometida. Y es que un niño del colegio Pedro Estopiñán le preguntó: “¿Por qué pararon las obras del hospital nuevo, pero ya está casi listo el centro comercial?”. Antes que nada, el consejero de Educación aseguró que las obras del nuevo centro hospitalario estaban a punto de reanudarse. Por otro lado, Miranda le explicó que el hospital es público y se había encontrado con algunos problemas que ya estaban prácticamente solucionados, mientras que el centro comercial es una iniciativa privada que cuenta con otros recursos y otro tipo de gestión.
Al poco tiempo, llegó el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, quien también participó en el interrogatorio de estos niños. Muchos de ellos se mostraron interesados en los menores extranjeros no acompañados. Imbroda les explicó que la Ciudad está destinando mucho dinero en darles las atenciones que requieren y les explicó que no hay que criminalizarlos porque “muchos de los conflictivos no son menores” y “no todos son de Marruecos, hay algunos que son de Melilla”, por lo que tampoco “hay que juzgar por las apariencias”.
Entre otras cuestiones, los niños también preguntaron sobre la posibilidad de instalar una planta de reciclaje en la ciudad e incrementar las multas para quienes ensucien el medio natural. Además, alguno preguntó por la viabilidad de construir un parque de atracciones, mientras que otros solicitaron información sobre los protocolos para acabar con el acoso escolar, la violencia de género y el maltrato animal.
Preguntas inocentes o no, valieron la admiración del consejero y del presidente. Ambos felicitaron a los niños por su interés y preocupación y aseguraron que eran el futuro de la sociedad. La mención especial fue para los profesores, a quienes consideraron como la clave para inculcar valores y educación a todos estos menores.
El himno de Melilla, en el Día Universal del Niño
El coro del colegio Enrique Soler cantó tres canciones en el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea tras la celebración del Pleno Infantil que se desarrolló con motivo del Día Universal del Niño. El conjunto musical, compuesto por 30 alumnos de distintos cursos del centro escolar, cerró el encuentro con el canto del himno de Melilla. Tras éste, el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y el consejero de Educación, Antonio Miranda, se fotografiaron con todos los menores que participaron en la jornada.