La ONG melillense Prodein considera que la Delegación del Gobierno no ha ofrecido una buena solución al problema de los sirios del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Este colectivo, que hace dos semanas comenzó una protesta para demandar su traslado a la península, recibió hace pocos días la noticia de que saldrían de Melilla en breve. No obstante, lo harán con un salvoconducto y no con una petición de asilo, como pedían, según dicha asociación humanitaria.
En palabras del máximo dirigente de Prodein, José Palazón Osma, detrás de la decisión tomada por Delegación se esconde la intención de mantener bloqueadas las solicitudes de asilo que presentan los inmigrantes en la ciudad autónoma. “Ahora mismo, ni siquiera saben dónde les van a mandar. Van a la península, sí, pero sin destino conocido. Han intentado arreglar esto de mala manera”, lamentó.
Asimismo, insistió en que los inmigrantes de este colectivo tienen “totalmente bloqueado” el derecho de asilo en Melilla. “No supone ninguna novedad. Desde hace algunos años existe una campaña para que estos documentos no se tramiten en la ciudad. Desde Delegación han comunicado a los sirios que podrán tramitar su petición cuando estén en la península. ¿Por qué aquí, es que Melilla no es también España?”, apuntilló Palazón en declaraciones a este periódico.
Asimismo, recalcó que con el salvoconducto que les va a entregar Delegación para que salgan de Melilla “pueden hacer poco o nada” para ganarse la vida.
“Con esa documentación ni siquiera tiene libertad de movimiento por territorio europeo”, señaló el máximo dirigente de la ONG melillense. “Básicamente sirve para que los dejen volver a Siria y poco más. Con un salvoconducto es imposible que les den un permiso de trabajo”, resaltó, Palazón.
Asimismo, detalló que la tramitación de las peticiones de asilo en la ciudad “puede tardar años en resolverse, como casi todos los procesos del área de Extranjería”. La intención, siempre siguiendo la versión de Palazón, es “desanimar” a los inmigrantes y que no comiencen estos procesos burocráticos.
Como ejemplo a sus palabras, Palazón recordó el caso de Manan Almustafa, la siria de 30 años de edad, víctima de graves heridas sufridas durante la guerra, y que también pidió asilo en Melilla, un trámite que, a diferencia de lo que sucede en el resto de España, obliga al que lo inicia a permanecer en la ciudad autónoma.
Manar Almustafa necesitaba urgentemente salir de Melilla, según le aconsejaron en el Hospital Comarcal, que carece de una unidad de quemados que pudiera atender las graves y dolorosas heridas que sufre esta inmigrante. “Le dieron el asilo en pocas horas, en cuanto su caso saltó a los medios de comunicación y se formó algo de revuelo. Si no hubiera sido así, aún seguiría en Melilla”, recalcó Palazón.
Para el dirigente de Prodein, lo que ocurre en Melilla con los permisos de asilo es “para echarse a llorar”, además de “una grave violación de los Derechos Humanos”.
“Están improvisando mucho con los sirios. Han ido a quitarse el problema cuanto antes y así no se hacen las cosas”, criticó el máximo dirigente de la asociación humanitaria melillense.