El Melilla ha perdido el liderato en la cancha del San Pablo Inmobiliaria, un equipo que, pese a su corta preparación, se ha reivindicado con una actuación completa que ha superado a los melillenses especialmente en el tercer cuarto, que ha resultado ser una losa muy pesada para el cuadro de Alejandro Alcoba (85-81).
El inicio ha sido esperanzador para los burgaleses, pero ha dejado en evidencia el buen funcionamiento colectivo del Melilla. Los de Alejandro Alcoba están asentados y combinan a la perfección el juego exterior-interior, con buena mano en el lanzamiento. De esta forma, las primeras ventajas fueron para los melillenses (0-3, 3-7) con Walton como ejecutor. El San pablo, sin embargo, ya mostraba buena actitud defensiva, no dejando lanzamientos cómodos a los líderes, pero lastrados un partido más por el rebote y, especialmente en el primer periodo, por el desacierto en el tiro libre, con solo 2 de 6 anotados en los primeros minutos.
Filip Toncinic igualó la contienda y Maresch dio, mediado el cuarto, la primera renta para los azulones (9-7), a la que respondió pronto Hernández-Sonseca con un triple (9-11) que inició un parcial de 4-11 que obligó a Casadevall a parar el encuentro (13-18) tras un robo y bandeja de Larraona. Ajustó su zaga el catalán y Alcoba no pudo superarla, pero tampoco los locales anotaron en los dos minutos que quedaban por jugarse del primer acto (13-18).
El segundo periodo comenzó con el partido moviéndose por los mismos derroteros que habían marcado los minutos precedentes. Ahora el que asumía el ldierazgo anotador melillense era Suka-Uma, una pesadilla (tres triples antes del minuto 16) que hizo que los de Alcoba marcaran una cómoda ventaja de +9 (24-33) ante la que reaccionó Casadevall. El pívot Javi Vega era el más acertado en los azulones, tanto por dentro como fuera, y los locales echaban de menos a Toncinic en la zona. El croata era el único capaz de plantar cara en el rebote a Hernández-Sonseca y con su presencia por dentro los azulones han podido reducir la renta visitante hasta dejarla en 4 (36-40) en el descanso.
Pero si ha habido un cuarto que ha marcado el desarrollo del partido ha sido el cuarto. Pese a que han salido bien tras el paso por vestuarios (36-44), el Melilla ha perdido el pie al encuentro y los burgaleses, aprovechando su acierto exterior y, sobre todo, la soberbia actuación de Toncinic, han puesto el duelo muy a su favor. Peciukevicius con su segundo triple de la noche ha alertado a los de Alcoba y pronto se han situado al frente los azulones por segunda vez en el partido (46-44) con un lanzamiento exterior de Toncinic (46-44). El croata se ha crecido tras la jugada y ha anotado los siguientes 6 puntos de su escuadra, respondiendo Suka-Uma para igualar con un nuevo triple (50-50). Pero los burgaleses habían entrado de lleno en el partido, olvidando también el desacierto en los tiros libres del inicio y, pese a que Toncinici ha ido al banco con su tercera personal, el Melilla se ha visto desarbolado y Maresch ha castigado a los melillenses con seis puntos finales (64-55) que situaban al San Pablo Inmobiliaria en una situación inmejorable con solo un periodo por delante.
Último cuarto
Y la fortaleza del San Pablo se ha mantenido en el último periodo, siendo incluso superior a la del melilla. Manzano parecía dispuesto a cambiar la dinámica con un arranque espectacular, dos triples (66-61), pero era la fecha elegida por el equipo de Casadevall para reivindicarse y presentarse ante la categoría como aspirante a soñar. Máxime cuando, tras un 2+1 de Pablo Almazán, el técnico catalán ha parado el partido y ha ajustado la defensa, que no ha vuelto a dar concesiones.
A esto se ha sumado que Maresch ha emergido como el gran tirador que es y que la suerte parecía del lado burgalés. Cuando parecía sufrir y volvía fallar lanzamientos libres, una invasión de zona ha permitido a Peciukevicius redimirse de su error y situar otra vez el +4 en el marcador (72-68), lo que ha dado calma al equipo y, tras un error de Zengotitabengoa en el tiro y el poterior triple de Maresch (75-68) y la 'casi' sentencia de Peciukevicus (78-70) a falta de dos minutos han obligado al Melilla a una hombrada final con Manzano al mando (78-72) que ha parecido posible cuando, a falta de 24 segundos, Almazán ha anotado un triple más adicional (79-78) que ha apretado la contienda. Los melillenses han hecho faltas para llevar a los azulones a la línea de personal, donde Sinica y Vega no han fallado. Una antideportiva de Manzano a falta de 14 segundos convertida por Sinica (85-80) ha sentenciado pese a la posterior absurda pérdida de balón burgalesa.