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El delantero granadino aterriza en la ciudad autónoma después de anotar 19 goles en las dos últimas campañas
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Todo un trotamundos, este será el cuarto continente en el que juegue el jugador andaluz
La Unión Deportiva Melilla sigue construyendo su equipo y, con la contratación de esta misma tarde, los azulinos van consiguiendo cerrar una delantera que ya comienza a tomar un muy buen color. A la renovación de Yacine y la adquisición de un asistente de la calidad de Ruano se une la firma de un delantero contrastado como Óscar García, un trotamundos del fútbol con mucho gol en sus botas.
El atacante andaluz llega a Melilla procedente del Leioa, escuadra donde ha sumado 19 tantos en las dos últimas campañas (10 en esta última). García se comenzó a formar en las categorías base del Málaga C.F., equipo con el que llegó a debutar en la Copa del Rey. En España llegó a jugar con las camisetas del Leganés, Ontiyent y San Roque antes de hacer las maletas rumbo a Kazajistán. Esta no fue la única experiencia en el extranjero de Óscar, ni la más lejana en cuanto a distancia, pues también anduvo metiendo goles en Noruega (dos etapas) y Nueva Zelanda. Entre medias jugó una temporada en el Loja.
En 2016 retornaría a nuestro país para enrolarse en las filas del Leioa, del que ahora se marcha con un gran cartel. Fue, de hecho, y como recoge el conjunto vasco en su web “uno de los grandes responsables del histórico quinto puesto de hace dos temporadas y de la meritoria 10ª posición de esta última”. “Además -señalan- su integración en el club fue ejemplar desde el primer momento y se guardará un recuerdo personal muy grato de su estancia en la entidad”. Geniales referencias.
El nuevo futbolista azulino ha confesado en alguna entrevista ser un jugador “de unos 8-10 goles por temporada”, y sus números así lo atestiguan. Destaca por su experiencia, hambre y versatilidad en la punta de ataque. Domina bien los espacios, es rápido y se podrá complementar a la perfección con Yacine si así lo considera su nuevo míster. Aún así, se desenvuelve a las mil maravillas como única referencia de ataque y no le incomoda caer a las bandas si fuera necesario. Es una incorporación bendecida por el nuevo técnico azulino porque, como dijo en su presentación, es un futbolista “con ilusión y ganas de demostrar lo que vale en el campo”.