Ortega Smith: "O Marruecos respeta nuestras fronteras o pasa de ser un vecino a convertirse en enemigo"

Javier Ortega Smith, secretario general de Vox, es la cara más visible del partido de Santiago Abascal en Melilla. Conoce la ciudad porque la ha visitado varias veces incluso mucho antes de que el partido consiguiera aquí representación parlamentaria. Este miércoles ha estado en el Congreso de los Diputados mostrando dos garfios usados por migrantes subsaharianos para saltar la doble alambrada de Melilla.

Con El Faro ha conversado sobre la situación de los agentes de la Guardia Civil, el intento de salto de 2.500 migrantes, la protección de la OTAN, la inseguridad, el cierre de la frontera y la amenaza que representa Marruecos para las ciudades autónomas.

¿Ha estado en la valla?

En la frontera sur de España. Y hemos podido ver y constatar una realidad y es el abandono de nuestros agentes ante lo que no es otra cosa que una invasión migratoria consentida por el Reino de Marruecos y consentida por esa política cobarde de brazos caídos del Gobierno de España. A nuestros  agentes les mando el compromiso de que las cosas van a cambiar pronto. Cuando Santiago Abascal sea presidente de España, desde el Ministerio del Interior se va a reforzar la frontera Sur de Melilla, Ceuta y Canarias con más agentes y más material y, cuando sea necesario, con el apoyo de unidades de las Fuerzas Armadas. Va a ser la última vez que en España se va a permitir que una frontera nuestra sea pisoteada y utilizada por las mafias que trafican con personas.

En Melilla hemos podido constatar ese déficit de apoyo institucional a los agentes. Hemos podido constatar cómo los elementos de esa frontera son absolutamente permeables y vulnerables. Sólo 800 metros de esa valla tienen la altura suficiente y los medios que puedan evitar un asalto. Todo lo demás es una frontera débil que los asaltantes, con colaboración del Gobierno marroquí, saben lo que tienen que hacer para poder entrar en Melilla.

Por último, hemos constatado que la mayor vulnerabilidad que tienen en este momento las fronteras de España no es sólo, siendo grave, una debilidad en su frontera física. No es sólo, y siendo muy grave, una debilidad en la falta de medios de los agentes sino el efecto llamada que significa que todo aquel que entra de manera ilegal en nuestras fronteras sabe que tarde o temprano va a conseguir quedarse en España, incluso que va a tener ayudas económicas, prestaciones de todo tipo, desde vivienda social hasta ayudas sanitarias y económicas que muchas veces faltan para los propios españoles.

Eso es lo primero con lo que terminaremos desde el Gobierno de España, con una Ley de Extranjería que deje muy claro que todo aquel que entre ilegalmente en España, que pierda toda esperanza de tener papeles o ninguna condición de asilo por ninguna causa. Todo aquel que entra a patadas a nuestra casa, pisoteando nuestra soberanía y atacando a nuestros agentes tiene que tener la completa seguridad de que va a ser devuelto en caliente, en templado o en frío.

¿Va a promover Vox alguna iniciativa para que Frontex venga a la frontera de Melilla?

Frontex debería estar ya aquí con refuerzos y apoyos de medios humanos y materiales porque recordamos una y mil veces una obviedad y es que la frontera sur de España en Melilla, como en Ceuta, como en Canarias son fronteras de Europa y por tanto tiene que implicarse con España, como debería haberse implicado cuando un país democrático y soberano como es Polonia ha sentido agredidas sus fronteras y algunos, incluso, le han querido sancionar por actuar con firmeza y no permitir esa violación.

Frontex significa que la Unión Europea tendría que estar aquí, no sólo, como ha pretendido alguna vez como una visita institucional o diciendo que apoya económicamente tiene que venir aquí con efectivos para conseguir que esa parte de la frontera europea no sea violada.

¿Frontera abierta? ¿Frontera cerrada? ¿Qué hacemos con la frontera de Melilla?

Frontera segura, frontera respetada. Una frontera puede estar abierta o cerrada, dependiendo del deseo y el momento. Quien lo va a decidir es el país soberano, que tiene que decidir si su frontera es más permeable o más impermeable. Lo que no puede ser es una frontera insegura, lo que no puede ser es una frontera vulnerada, lo que no puede ser es una frontera asaltada. Llega el momento en que no se convierte en una frontera sino en un coladero delictivo de mafias y de intereses ajenos a los intereses de España.

Lo primero que decimos es que Melilla tiene derecho a tener una frontera segura. Hay efectos directos provenientes de esa inseguridad: cada vez vienen menos turistas y cada vez menos melillenses quieren que sus hijos se queden a vivir y a trabajar en esta ciudad; cada vez hay más abandono y se convierte en zona poco atractiva para el negocio, para el comercio y para la vida. Y eso es lo que buscan gobiernos como el de Marruecos: desestabilizar, crear una situación dentro de estas ciudades que haga inasumible, invivible poder permanecer porque lo que pretende es una invasión por sustitución; que llegue el momento en que la población marroquí termine siendo mayoritaria y quedándose en esta ciudad.

Eso no lo vamos a tolerar porque esta ciudad tiene muchos siglos de historia; forma parte de España muchos siglos antes de que existiera siquiera el Reino de Marruecos y, por tanto, no vamos a aceptar ninguna tentación anexionista. Sabemos que hasta ahora ha tenido mucha suerte el régimen dictatorial de Marruecos. Ha podido utilizar a su pueblo de manera indigna; les ha desatendido interiormente; no tiene una buena sanidad, no tiene una buena educación; no tiene buenas infraestructuras; gasta en armamentos y en palacios.

Ha tenido mucha suerte porque ha contado con la inestimable ayuda de Gobierno cobardes del Partido Popular y con Gobiernos traidores del Partido Socialista. Pero dentro de muy pocos meses la fuerza política de Vox entrará en el Gobierno de España y entonces le dejaremos muy claro a Marruecos que somos vecinos, pero que aquí nos respetamos. O respetan nuestras fronteras y nuestra soberanía o pasa de ser un vecino a convertirse en un enemigo y a los enemigos se les trata de otra manera. Se ponen medios diplomáticos, económicos y si llega el caso, de fuerza de disuasión frente a cualquier tipo de amenaza.

El PP ha pedido devolver a todos los inmigrantes que entraron por la fuerza en Melilla. Eso ya lo pidió Vox hace años. 

El PP es un hipócrita porque cuando ha gobernando nunca, jamás, ha hecho eso. Siempre ha mirado para otro lado. Cuando hemos presentado para votaciones en el Senado y en el Congreso una proposición de Vox para que se incluyera bajo el paraguas del amparo del artículo 6 del Tratado de la OTAN a Melilla y Ceuta han votado en contra. Es pura propaganda. Estamos de acuerdo y lo hemos dicho hasta la saciedad que cualquier inmigrante que entre de manera ilegal tiene que salir de manera inmediata. El Partido Popular dicen una cosa y hace siempre la contraria. Dice una cosa en campaña y hace la contraria cuando gobierna. No es un partido de fiar. Es un partido que no merece estar en el Gobierno de España.

¿Qué le parece que Feijóo coja las riendas del PP si llega a cogerlas, claro?

Tendremos a un nacionalista al frente del Partido Popular. El PP, como todo el mundo sabe, son 17 partidos agrupados en diferentes reinos de taifas y señoríos. Ahora resulta que uno de los señores feudales, el señor feudal de Galicia, Castelao Feijóo, que pone todos los años una corona al separatista de Castelao, ese que odiaba a España, y creía que, como dice Feijóo, Galicia era una nación. Feijóo se va a poner al frente de esa aglomeración de reinos de intereses, de esa oficina de contratación que es el Partido Popular, que va a tener al frente a un presidente que disimula, pero que al final es un Pujol de hace 20 años, que juega y utiliza el Estado para sus intereses regionalistas, nacionalistas/separatistas.

Éste es tan separatista que hasta se separa del Partido Popular. En las campañas pone Feijóo y pone en chiquitito, que hay que buscar una lupa para verlo, Partido Popular. Si los del Partido Popular lo nombran al final presidente, ellos sabrán, pero están poniendo al frente a un barón con pretensiones nacionalistas. Será mucho más difícil lograr recuperar en España un sentido de Estado. Pero ahí está Vox recogiendo ese descontento de miles y millones de afiliados del PP que saben que Vox no les va a fallar y que va a ser una fuerza política con un solo proyecto nacional.

Ahí está Vox para recoger votos también en Melilla. ¿Qué expectativas tienen?

Nosotros confiamos en que Vox se convierta en la primera fuerza política en Melilla porque es muy sencillo. Cualquier melillense que quiera vivir en paz, tener seguridad en sus fronteras, que quiera trabajo y prosperidad, porque una cosa va unida a la otra. Si no hay trabajo, no hay prosperidad y no hay desarrollo económico, social, cultural, urbano si no existe una ciudad tranquila, segura y una ciudad que, además, esté engarzada, como lo está Melilla por historia, en un proyecto nacional.

Todos aquellos que titubean, que miran con recelo hacia la política de Estado; todos aquellos que pretenden caerle simpáticos a los que saben que al otro lado de la frontera pretenden convertir a Melilla en una ciudad marroquí, todos esos lo que están generando es incertidumbre de futuro para los melillenses.

Estamos seguros que cuando a los melillenses les digamos en las próximas elecciones que tienen que elegir entre quienes abiertamente quieren entregar Melilla a Marruecos y quienes lo toleran por su cobardía y su pasividad tienen una opción, que es Vox, que habla de una Melilla segura, dentro de un proyecto nacional, que no nos vamos a olvidar dentro del Gobierno de España de la prioridad que significan las ciudades, que por su distancia con la península han sido abandonadas y que hay que apostar, hay que invertir y hay que volver a traer trabajo, ilusión, turismo y volver a dotar de unidades militares a estas ciudades españolas para que sean plazas seguras; para que vuelva a recuperarse la confianza en querer vivir y trabajar aquí. Creo que las próximas elecciones van a ser una gran sorpresa. Vox lo que dice, lo cumple y eso es muy importante en política.

Hasta que hemos visto la invasión rusa a Ucrania creíamos que esas cosas de la Guerra Fría ya no pasaban. ¿Puede pasar lo mismo con Marruecos en Melilla?

Perfectamente. En el Club Siglo XXI, yo le decía al jefe del Estado Mayor de la Defensa, le preguntaba si consideraba que Marruecos podía ser una amenaza efectiva y real para la seguridad de España y me contestó que de momento no lo barajaban. Y yo lo que digo es: ¿de verdad estamos haciendo el estudio del rearme que está llevando a cabo Marruecos? El gasto que está haciendo Marruecos en aviones de guerra de combate, en fragatas, en misiles de tierra, el gasto en armamento... ¿Somos conscientes realmente de las amenazas cada vez menos veladas de Marruecos sobre dos ciudades españolas, como son Ceuta y Melilla y Canarias? ¿Somos conscientes realmente de lo que significa Marruecos como amenaza para España?

Creo que algunos sí, pero otros no quieren verlo. Por eso nosotros decimos que España tiene la obligación de cumplir, como mínimo, ese compromiso que se asumió en la OTAN de llegar al 2% del PIB en gasto de Defensa y lo que haga falta. Nuestra seguridad se tiene que garantizar. Tenemos que hacerla dentro del marco de la OTAN y dentro del marco de nuestros compromisos internacionales. Otros no van a pagar nuestra seguridad. Eso lo dijo bien claro Estados Unidos. Por tanto, el esfuerzo lo tenemos que hacer los españoles.

Además, genera una serie de sinergias el gasto en investigación en Defensa, la industria de Defensa genera también puestos de trabajo y riqueza, que hay que saberla aprovechar.

Creo que es otro de los grandes déficits que tenemos: la apuesta por la modernización de las Fuerzas Armadas. No podemos permitir, por ejemplo, que estemos perdiendo a magníficos profesionales que al cumplir 45 años consideramos que ya no son útiles para las Fuerzas Armadas, cuando han demostrado lealtad, patriotismo, profesionalidad y sacrificios.

Tenemos que encontrar fórmulas y hemos propuesto muchas de ellas en el Congreso, que han sido rechazadas por todos los partidos, para que todos esos profesionales puedan reingresar en las Fuerzas Armadas. Queda mucho por hacer y tenemos prisa en llegar al Gobierno de España.