Un perfecto disfraz
A pesar de la belleza de las orquídeas que crecen en la Guelaya, muchos melillenses aún desconocen que estas flores están presentes y aún son abundantes en algunos puntos concretos de las zonas naturales de Melilla. La familia de las Orquidáceas está representada en toda Europa y norte de África, pero es en las regiones que rodean el Mediterráneo donde mayor número de especies viven, gracias a sus especiales condiciones biogeográficas.
Una orquídea para cada región
La Guelaya, la región natural en la que está enclavada Melilla, está delimitada por tres accidentes geológicos de primer orden: La laguna de la Mar Chica, el macizo montañoso del Gurugú y la península de Tres Forcas. Esto propicia que existan ecosistemas muy diferentes entre sí, desde los adscritos a las zonas costeras, como acantilados o playas, pasando por los ecosistemas palustres (de laguna) hasta los montañosos; cada uno de estos ecosistemas tiene sus orquídeas particulares, aunque algunas especies de orquídeas, más flexibles en cuanto a las condiciones ecológicas, están presentes en varios de ellos.
La familia de las Orquidáceas está representada en la Guelaya por cinco géneros: Neotinea, Gennaria, Anacamptis, Ophrys y Orchis.
Las raras Neotinea y Gennaria
Los dos primeros son los más raros y discretos de las orquídeas guelayenses. El género Neotinea está representado por una única especie, Neotinea maculata, una curiosa planta con hojas anchas y pintadas con lunares marrones. Vive en puntos muy concretos en las zonas más altas y húmedas del Gurugú, en las proximidades de la estación de radar.
El género Gennaria está también representado por una única especie en la Guelaya, Gennaria diphylla, poco abundante y presente en los arenales de la costa oeste del cabo Tres Forcas. El apelativo diphylla hace alusión a una característica singular de esta planta: sólo tiene dos hojas, anchas y cortas, que se escalonan en un único tallo. Sus flores son muy discretas y no recuerdan en nada, a pesar de su parentesco, a las llamativas flores de los tres géneros restantes.
En una ocasión, mientras buscábamos especies interesantes en el bosque de Taxdir, en la costa occidental del cabo Tres Forcas, acompañados de los botánicos Jaume Güemes y Gianni Bacchetta, nos topamos con un ejemplar de Gennaria diphylla, y Bacchetta nos contó que tenía especial aprecio por este género porque llevaba el nombre de un histórico miembro de la universidad donde él ejercía de profesor, la universidad de Cagliari (Cerdeña).
Se trataba del botánico Patrizio Gennari, profesor y director del famoso jardín botánico de dicha universidad en la segunda mitad del siglo XIX, y en cuyo honor se le asignó a este género de orquídeas su nombre. Hablar de esta orquídea me trae inevitablemente el recuerdo de ese bonito momento.
Orchis y Anacamptis, las orquídeas más reconocibles
El género Orchis es el que más recuerda a las orquídeas que solemos ver en las floristerías. A diferencia del género Ophrys, sus flores se presentan en espigas a veces abigarradas y con poco espacio entre una flor y otra. Está representado en la Guelaya por tres especies, con sus principales poblaciones muy distantes entre sí. El núcleo principal de Orchis saccata está en un punto muy concreto de las alturas del barranco del Nano, entre la frontera de Mariguari y la cañada Hidum.
Es un lugar que se encuentra fuera del espacio protegido del Nano y con un problema serio de vertido de escombros, que hace temer por la supervivencia de esta pequeña población. La Orchis olbiensis sólo vive en las faldas del Gurugú, desde media altura hasta la cumbre. La Orchis coriophora, la última de las tres de especies de Orchis presentes en nuestra zona, tiene su principal población en la cabecera del arroyo Tigorfaten, una pequeña meseta sedimentaria surcada por barrancos que desembocan en el río de Oro.
El género Anacamptis está representado en nuestra zona por la bonita Anacamptis pyramidalis. Algunos ejemplares de esta orquídea pueden ser alcanzar un tamaño respetable, siendo con diferencia la orquídea más grande de todas las que habitan la Guelaya. Prefiere suelos arcillosos, y se puede encontrar con facilidad en las cárcavas de la zona alta de Cazaza, en la cabecera del arroyo que desemboca a los pies del yacimiento histórico.
Ophrys, las curiosas orquídeas-bicho
El último género presente en la Guelaya, Ophrys, es el que cuenta con más especies, tanto fuera como dentro de Melilla. Son las denominadas orquídeas-bicho, pues ese es el aspecto que tienen, el de un insecto. Han evolucionado de tal modo que su “disfraz” incluye alas, antenas…e incluso el aroma de las feromonas femeninas de los insectos a los que quieren atraer. La táctica funciona tan bien que los insectos copulan sobre la flor sin notar el engaño. Esta curiosa especialización tiene como fin garantizar la polinización de la flor, y cada especie la orienta hacia un insecto concreto.
Quizá la más abundante y una de las más bellas de todas sea la Ophrys speculum. Es fácil de encontrar en las zonas menos transitadas de los pinares de Rostrogordo, así como en los de Taurit y Taxdir. La curiosa Ophrys apifera y la Ophrys fusca, más escasas, aparecen por los arenales de la costa occidental de Tres Forcas. La Ophrys lutea, con su peculiar orla amarilla, se encuentra en la abrupta costa oriental de Tres Forcas y en algunos puntos del Gurugú, y, por último, Ophrys tenthredinifera, más dispersa, aparece tanto en Melilla como Tres Forcas y Gurugú. Nuestras orquídeas suelen pasar desapercibidas a los ojos del observador menos atento por su pequeño tamaño, pero son un claro exponente de la riqueza botánica que nos rodea.