Por fin ha comenzado la demolición del antiguo cuartel de Gabriel de Morales, en cuyo emplazamiento se construirá un nuevo colegio de educación Infantil y Primaria.
Por el momento, la Ciudad invertirá casi 600.000 euros en la actuación para derribar el inmueble, que se espera concluya el próximo octubre. Tras ello, se dará inicio a las obras del futuro centro de enseñanza, que tendrán que estar concluidas en 2020.
El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, que asistió al arranque de las obras de demolición, subrayó que “se ha acabado con la demanda histórica de déficit de clases”.
Si no se ha terminado con esa demanda, sí es cierto que se han sentado las bases para conseguirlo. Melilla sufre un grave problema con la alta ratio existente de alumnos por aula. El alto número de estudiantes por clase es la tónica desde edades muy tempranas, lo que dificulta el trabajo de los docentes e influye directamente en los altos índices de fracaso escolar que existen en la ciudad.
El aumento constante de la población de Melilla hace necesario que se disponga de las suficientes infraestructuras educativas y que estas sean las adecuadas. De ahí la necesidad de que se construyan nuevos centros, algo imprescindible para que el derecho a la educación sea plenamente efectivo.