El director del Aeropuerto, Iván Grande Merino, ha cumplido un año al frente de estas instalaciones. Es un entusiasta de su trabajo, un empleado infatigable, atiende a diario a los diferentes colectivos que hay en el aeropuerto y eso redunda en una gestión proactiva y eficaz, y es una persona honesta, benevolente y positiva, según afirman sus compañeros.
–¿Cómo es el trabajo de un director de aeropuerto?
–Es un trabajo muy intenso, que requiere de estar muy pendiente. Y además tiene una particularidad y es que es multidisciplinar porque son muchas las vertientes que tienes que dirigir. Al final mi trabajo es coordinar las diferentes secciones y colectivos para que el aeropuerto funcione lo mejor posible, por ejemplo, que las rutas sean estables y le proporcionemos a las compañías todo lo que necesitan, que el filtro vaya bien, que a nivel de seguridad haya buena coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado... También hay un trabajo comercial, puesto que tenemos locales, como la cafetería o el rentacar. Asimismo, hay un control de las inversiones para ver qué necesitamos para el futuro y planificarlas, además de coordinar los proyectos y las obras. Son muchas vertientes y tengo que estar en todo.
–¿Cómo valora su paso por estas instalaciones?
–Personalmente estoy muy contento de haber llegado a Melilla. Casi he estado cinco años de jefe de la sección técnico-operativa, que es ingeniería, operaciones y mantenimiento. Y como director, muy satisfecho. Siento una gran responsabilidad porque es una infraestructura que es compleja porque es como una ciudad en chiquitito y tiene muchos colectivos. Y también porque sé que es muy importante para los melillenses.
Al final, mi objetivo diario y a medio y largo plazo es que el aeropuerto cada vez funcione mejor y el pasajero que lo usa, especialmente el ciudadano de Melilla, cada vez esté más orgulloso del aeropuerto y del servicio que se le presta. O por lo menos que no se queje (dice sonriendo).
–¿Cuál es el reto principal que tiene el aeropuerto?
–Ahora mismo tenemos tres retos y planes de actuación. Uno de ellos es la calidad que se presta al pasajero, el servicio que experimenta el ciudadano cuando usa el aeropuerto. Ahí tenemos un reto que es modernizar las instalaciones. Ya hemos empezado con el plan sacando la nueva estancia de lactancia y remodelando la sala de recogida de equipajes, y luego con pequeñas actuaciones como cargadores de móviles o mejoras en el filtro que se harán pronto... Es decir, modernizar el aeropuerto.
El otro eje de actuación son las rutas. Implantar las rutas y que funcionen de manera correcta y no parar ahí, sino buscar nuevas. La idea es que la oferta que tenga el pasajero sea cada vez más amplia.
Y el tercer eje de actuación es mantener y mejorar la seguridad operacional, es decir, las instalaciones en el área de vuelos. Son actuaciones a largo plazo.