Melilla ha vuelto a sufrir este lunes, a media tarde, un nuevo terremoto, en este caso de 3,3 grados en la escala de Richter. Se trata del tercer seísmo registrado este día por el Instituto Geográfico Nacional, aunque los dos anteriores habían sido más suaves: de 1,9 y 2,4 grados, respectivamente.
El último movimiento de la tierra de esta entidad se había producido el pasado día 27 de mayo, cuando un terremoto de 4,2 grados, que se dejó sentir en toda la ciudad y sobre todo en los lugares altos y pisos, despertó a decenas de melillenses por la fuerza con que se produjo y que hizo temblar cristales y moverse las lámparas.
Como el de este lunes, el terremoto en cuestión tuvo su epicentro en la zona sur de Alborán. El seísmo se localizó a 19 kilómetros de profundidad con intensidad III.
Asimismo, el 17 de marzo, hubo otro terremoto similar a este último, de magnitud 3,4 grados en la escala de Richter, en aguas próximas a Annual.
La zona sur del Mar de Alborán acumulaba, hasta el día 19 de marzo, alrededor de 120 terremotos de una magnitud superior a 1,5, de los cuales siete habían sido sentidos en Melilla, la mayoría en un lapso de tres semanas, desde finales de febrero.
Lucía Lozano, sismóloga de la Red Sísmica Nacional del Instituto Geográfico Nacional (IGN), explicó que los terremotos sentidos habían tenido “intensidades pequeñas”, de II o III en una escala de X, y con magnitudes comprendidas entre 3 y 4,3.
El año pasado, a raíz del terremoto de 5,3 grados del día 20 de mayo, El Faro se puso ya puesto en contacto con la Red Sísmica Nacional, desde donde Arancha Izquierdo indicó que no había “manera de predecir nada más allá de que la falla del mar de Alborán se va a seguir moviendo”. Según afirmó esta experta, desde 2021 la falla se encuentra “muy activa”.