La madrugada del viernes volvió a producirse un masivo intento de entrada de inmigrantes en Melilla por la frontera melillense, aunque en esta ocasión, y a diferencia de las anteriores más recientes, el intento se frustró gracias a la labor desarrollada por la Policía marroquí, que según fuentes de la Delegación del Gobierno, ni siquiera permitió que se acercaran a la valla. El frustrado asalto estaba protagonizado por más de 400 inmigrantes, según las mismas fuentes, cifra que recuerda épocas pasadas, en concreto las de 2005, cuando en un intento de medio millar lo lograron entre 120 y 200 personas.
Esta rápida y eficaz intervención de la Policía marroquí es, sin duda, una muestra más que evidente de la colaboración que de un tiempo a esta parte se ha intensificado entre las Fuerzas de Seguridad de uno y otro lado.
Esa es la línea que hay que seguir y es la que se venía reclamando desde hace tiempo.
Pero además, en esta tarea por reducir al mínimo el problema de la inmigración queda que entre en juego ahora Europa. Desde la ciudad se ha insistido en numerosas ocasiones que esto no es sólo cuestión de España, que también lo es de la Unión Europea, específicamente por la condición de que Melilla es frontera de Europa.
Por ello, cuantos más elementos trabajen en esta línea, más fácil será acabar con una situación, por otro lado tremendamente dramática.