La delegada del Gobierno, Sabrina Moh, se preguntó este martes qué espera el presidente de CpM, Mustafa Aberchán, para denunciarla por cumplir la ley y limitar el tráfico de mercancías en régimen de viajeros a un máximo de 10 kilos en la frontera de Melilla.
Responde así al cepemista, que la semana pasada, dijo en una rueda de prensa que los servicios jurídicos de su partido están estudiando la viabilidad de una denuncia por considerar que lo que está implantando la Delegación del Gobierno en el paso fronterizo de Beni Enzar es "un corralito".
La tensión entre los dos partidos que componen el Gobierno de coalición es abrumadora. Esto sólo sirve para dar titulares, pero no resuelve los problemas de la gente. Ambas formaciones representan a la izquierda y el mensaje que envían al electorado es bastante claro: el voto fraccionado enrarece el ambiente y obstaculiza la gestión política.
Quizás por eso, ayer el ex presidente del Gobierno, Juan José Imbroda, envió un mensaje a PSOE y CpM advirtiéndoles de que el PP no quiere moción de censura y que va a esperar pacientemente los 10 meses que quedan por delante para ganar las elecciones. Los números no salen para moción alguna, pero estas declaraciones vienen a meter el dedo en la llaga: están desunidos y contando el tiempo que les queda de convivencia.
Es difícil de entender qué buscan PSOE y CpM con el desgaste mutuo. En principio el PSOE está detrás de la imposibilidad de hacer el Aquapark en la zona de la Hípica porque Defensa (un ministerio socialista) no le da autorización para utilizar un terreno de la Ciudad Autónoma y sacar adelante un proyecto que los cepemistas vienen vendiendo desde hace más de una década.
Los socialistas también echaron para atrás la remodelación del Parque Hernández, paralizando la demolición del muro que era un proyecto estrella del consejero Hassan Mohatar, que también tuvo que aparcar su proyecto de reordenamiento de General Aizpuru y que es quien tiene que dar explicaciones a la gente por los cortes de agua que acarreará la paralización total de la desaladora. Estas interrupciones del servicio previsiblemente se notarán más en las zonas que ya de por sí tienen problemas de abastecimiento, que es donde CpM tiene su granero de votos.
El deterioro de las relaciones PSOE-CpM es a todas luces un obstáculo para la gestión de lo público y el ciudadano lo nota.