El presidente del Banco de Alimentos mostró su preocupación porque hasta junio no habrá una nueva campaña de ayudas.
El Banco de Alimentos de la ciudad y la Cruz Roja de Melilla recibirán en el mes de febrero 94.020 kilos de productos de alimentación que se distribuirán entre 9.405 usuarios. El presidente del Banco de Alimentos de Melilla, Juan Paredes, aseguró que gracias a las campañas solidarias que se han realizado en Navidad, las necesidades de las familias con pocos recursos se han cubierto. Sin embargo, aseguró que la demanda sigue aumentando y que esos kilos de alimentos pueden no ser suficientes para atender a los melillenses hasta que llegue la siguiente ayuda, que no será hasta el mes de junio.
Las encargadas de llevar a cabo el reparto de estos productos son 33 entidades. Estos kilos pertenecen a la tercera fase del Plan 2012 de ayuda alimentaria. Atún, arroz, aceite de oliva, galletas, leche UHT, pasta alimenticia, potitos infantiles, judías verdes en conserva, tomate frito, cereales infantiles, leche de continuación infantil y legumbres, como alubias y garbanzos, son los alimentos que se distribuirán en esta fase del plan de ayuda.
El presidente del Banco de Alimentos aseguró a El Faro que gracias a la campaña de recogida de alimentos que se ha llevado a cabo en Melilla durante las navidades desde diferentes asociaciones y entidades, la necesidad de estos productos de las familias con menos recursos están más o menos cubiertas.
Paredes destacó que lo que realmente le preocupa es qué pasará a partir de febrero, ya que no sabe si serán suficientes los 94.000 kilos de alimentos hasta que llegue la siguiente campaña.
El presidente de esta entidad afirmó que la sociedad melillense se ha volcado en el mes de diciembre con los más necesitados y que la ayuda que se ha prestado a través de iniciativas de instituciones, asociaciones o individuales han servido para paliar la demanda de alimentos y ropa de centenares de familias.
Sin embargo, Paredes aseguró que esto no va a durar muchos meses y que las peticiones de ayuda aumentarán en febrero. De hecho, el Banco de Alimentos está autorizando a tres instituciones más para que puedan distribuir también alimentos entre las familias necesitadas de sus barrios. Por ello, afirmó que el número de persona que van a demandar la ayuda del Banco de Alimentos será superior a los 9.400 en unas pocas semanas.
También apuntó que son muchas las familias que viven con unos ingresos por debajo del umbral de la pobreza y que piden algo de ayuda porque sus rentas no les llega para pagar comida.
Además de los productos que la Comunidad Europea manda para el Banco de Alimento de Melilla, Paredes destacó que pide a otros bancos de la península, con el objetivo de cubrir la demanda de los melillenses.
El presidente de esta entidad aseguró a El Faro que a través de iniciativas como la cuenta abierta en el BBVA van a poder adquirir alimentos y reservarlos en el almacén para cuando los que se envían desde Europa se acaben.
Paredes indicó que con las donaciones, por muy pequeñas que sean, de los ciudadanos van a poder comprar desde azúcar, que ya no está incluida en los lotes de alimentos, a otros que se agoten con rapidez. Destacó que lo difícil será llegar a junio con los kilos que se van a enviar.
Perfiles: Familias monoparentales y personas mayores sin recursos
Juan Paredes, presidente del Banco de Alimentos de Melilla, explicó a El Faro que una vez que se aprueben los estatutos de las tres nuevas instituciones que desean contribuir al reparto entre los más necesitados, se conocerá el número de beneficiarios a los que se va a ampliar esta ayuda. Indicó que hay tres tipos de peticiones de alimentos según la edad de la persona, es decir, de cero a tres años se le ayuda con leche en polvo, potitos y papillas, hasta los ocho años con cacao, leche, zumos y galletas, entre otros, y para los adultos, se aportan conservas, legumbres, pasta y arroz.
Paredes indicó que muchos de los beneficiarios son familias que tienen a todos su componentes en paro y que tienen cargas familiares, tanto de abuelos como de hijos.
También apuntó que hay muchas familias monoparentales que precisan esta ayuda pues carecen de ingresos suficientes como para permitirse cacao o leche para los niños.
Además, indicó el caso de las personas mayores. Paredes aseguró que son muchos los ancianos que al pagar el alquiler de sus viviendas se quedan sin dinero para alimentos o ropa y, por ello, recurren a las ayudas del Banco de Alimentos. Explicó que estas personas no pueden llevar una dieta mediterránea por falta de recursos.