La Dirección Provincial informa de que 10% de los docentes secundó la huelga, mientras que los sindicatos se muestran satisfechos al asegurar que el 25% de los maestros no fue ayer a clase.
La mayor parte de los melillenses que ayer participó en la concentración para protestar contra los recortes en Educación llegó ‘elegantemente tarde’, es decir, con más de cinco minutos de retraso. Las prisas no son buenas consejeras, tampoco cuando hay que manifestarse, y por eso, los docentes, alumnos y el resto de personas que mostraron su desacuerdo con la nueva ley de Educación comenzaron a ocupar la calle frente a la Dirección Provincial de Educación a partir de las 12:15 horas, 15 minutos más tarde de lo concertado. En total, unos 200 melillenses portaron pancartas y gritaron uniéndose a otros miles de ciudadanos que en el resto de España denunciaban la falta de inversiones del Gobierno central en materia educativa.
Los sindicatos de Educación reconocieron que había menos gente en la concentración de la esperada, teniendo en cuenta que llevan muchos días insistiendo con una campaña para concienciar a los docentes sobre la importancia de manifestarse contra las medidas que consideran injustas y que afectan a sus condiciones de trabajo. No obstante, estaban satisfechos porque el número de profesores que había secundado la huelga era mayor que en protestas anteriores. “Es una muestra de que la gente empieza a tomar conciencia de la problemática a la que se enfrenta y a todo lo que puede suponer esta nueva ley”, señaló Higino Rodríguez, componente de SATE-STEs.
Mientras que los sindicatos insisten en que hay una progresión positiva en cuanto al porcentaje de profesores que ayer fueron a la huelga, la Dirección Provincial aseguró que sólo un 10% había secundado esta protesta. Para la Administración, 102 docentes hicieron huelga. En cambio, los sindicatos afirmaron que un 25% de los maestros de la ciudad no habían asistido a clase, a excepción de los universitarios. En el Campus, se adhirió a la protesta el 50% de los profesores. SATE-STEs resaltó la participación en la huelga de los profesores del colegio Constitución, pues según ellos llegó al 40%, y el de la Escuela Oficial de Idiomas (46%).
La ‘tradicional’ guerra de cifras entre la Administración y los convocantes también se repite a la hora de analizar las cifras de alumnos que protestaron contra la nueva ley educativa. Para el Consejo Estudiantil de Melilla (Cemel), el 78% de los alumnos de ESO, Bachillerato, universidad y Formación Profesional no fue a clase ayer. Sin embargo, para la Dirección Provincial tan sólo se trató de un 30% de los estudiantes.
Una hora de protestas
Los 200 manifestantes fueron llegando a cuenta gotas, en pequeños grupos de amigos, compañeros de trabajo y familia. Muchos adultos optaron por llevarse a sus hijos pequeños, que no fueron a clase como otra forma de protesta contra la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).
Estudiantes de la ESO, Bachillerato o la Universidad, profesores de Infantil, Primaria, Secundaria y del Campus se dieron cita frente a las puertas de la Dirección Provincial con pancartas hechas a mano o las siglas de las organizaciones a las pertenecen. “Estoy buscando mis derechos, ¿los has visto?” o “Exigimos respeto, la Educación en Melilla no puede seguir así” eran las consignas de los manifestantes. Entre ellos, José Luis Estrada, el anterior director provincial de Educación en Melilla, y representantes del PSOE y Juventudes Socialistas.
Fue una hora de gritos, pitos y canciones que sonaban a través de los megáfonos. El grupo de estudiantes que se había sumado a esta manifestación, hizo una sentada animando a los adultos a acompañarles.
Los cinco sindicatos (CCOO, UGT, ANPE,CSI-F y SATE-STEs) redactaron un comunicado conjunto en el que pedían más profesores para el sistema educativo de Melilla, así como la construcción de forma “urgente” de nuevos centros con el objetivo de reducir la “aberrante” ratio de alumnos en las clases.
También Cemel informó de los motivos por los que apoyaba esta huelga y la concentración. Esta asociación exige más inversión para programas educativos y becas destinados a los melillenses.
Y como todo iba con un poco de retraso, la concentración no se disolvió hasta las 13:15 horas. Algunos se fueron con la esperanza de que el Gobierno central escuche las protestas y paralice la nueva ley de Educación, mientras que otros simplemente se marcharon con el deseo de que la sociedad tome conciencia de lo “perjudicial” que puede ser esta normativa al verles a ellos en la calle. Afirman que merece la pena perder un día de sueldo si al menos los melillenses reflexionan sobre la educación del futuro, la que se impartirá una vez que la LOMCE esté aprobada.
Por otro lado, el secretario general de Juventudes Socialistas de Melilla, Sergio Martínez, y la vicesecretaria general del PSOE local, Gloria Rojas, estuvieron en la concentración. Martínez pidió la dimisión del director provincial de Educación en Melilla, José Manuel Calzado, por su “nefasta gestión”.
Por su parte, Rojas criticó que la reforma educativa reduzca la horas de Filosofía, una asignatura “que fomenta el pensamiento libre, constructivo y crítico”.
Ni trabajo ni filosofía ni beca
Entre las personas que acudieron ayer a la concentración contra la nueva ley de Educación había interinos, funcionarios de carrera, estudiantes universitarios y profesores de instituto que se sienten “perjudicados” por algunas de las medidas de la normativa. Para ellos, la puesta en marcha de la ley supondrá no tener un trabajo, no dar clases de filosofía y no contar con una beca para la matrícula de la universidad.
Uno de estos casos es el de Ana. Es profesora de Biología. Está en la parte de superior de la lista de interinos, es decir, que cuenta siempre con que la van a llamar para dar clase. Pero con la nueva ley, el director del centro podrá elegir el perfil del docente que mejor se ajuste a su proyecto educativo. Eso significa para ella que se puede quedar sin trabajo el próximo curso porque los directores de los institutos prefieran a otros interinos.
Los cambios en los centros
Otro de los manifestantes era Antonio. Tiene plaza fija, pero sabe que si el director del centro en el que está cambia el programa educativo del centro, puede no contar con él. La Ley Orgánica de Mejora de la Educación (LOMCE) incluso da la oportunidad a Antonio de crear un proyecto y que un centro decida ‘contratalo’.
Afirma que no se puede dar tanto poder a una sola persona porque se pueden “vulnerar los derechos” de los docentes si no son elegidos a través de sus méritos.
Entre las 200 personas que estaban ayer protestando en el centro de la ciudad contra la LOMCE había un hombre con una máscara. Era imagen de Platón. Ésta fue la forma más llamativa que tuvo de mostrar su desacuerdo con la reducción de horas que le van a aplicar a la asignatura de filosofía. Juan Carlos, el profesor de instituto que estaba tras la careta, asegura que la nueva ley elimina el 66% de las horas de clase de filosofía y ética.
Juan Carlos explica que historia de la Filosofía será optativa para los estudiantes de Bachillerato y eso va a derivar en que los estudiantes lleguen a la universidad sin saber quién es Platón o Sócrates.
Tampoco está de acuerdo con que se elimine la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Resalta que no saben aún qué contenidos van a ir en su lugar, aunque imagina que será algo parecido a la asignatura de Ética.
Beca de estudios
Shamira también estaba en esta concentración. Esta universitaria no puede creer que para que le den una beca el próximo año tenga que aprobar el 100% de las asignaturas. Asegura que no es justo, pues tiene compañeros que trabajan para pagarse los estudios y con una asignatura suspensa han perdido las ayudas para la matrícula de este curso.
Esta joven afirma que estará en las siguientes protestas que se hagan contra la LOMCE. Anima a los melillenses a sumarse, pues considera que esta nueva normativa no aporta beneficios a la escuela pública.