Ayer se celebró la Jornada por la Igualdad de trato y no discriminación racial o étnica
El Club Marítimo de Melilla fue sede ayer de la Jornada en Defensa de la Igualdad de trato y no discriminación racial o étnica, una iniciativa en la que han colaborado el Movimiento por la Paz, El Instituto de las Culturas y el Servicio de Asistencia a Víctimas de Discriminación Racial o Étnica. La coordinadora de esta última institución, Sara Giménez, subrayó que a nivel estatal “hay mucha discriminación hacia la comunidad gitana y determinados grupos de inmigrantes”, que “son rechazados en la vida cotidiana”. Ello les dificulta “el acceso al empleo, a un centro educativo o a un espacio de ocio.
La península y Melilla
Giménez, que también es directora del Departamento de Igualdad de la Fundación Secretariado Gitano, subrayó que ve “diferencias” en el trato a las personas de esta comunidad en la península y en Melilla. En nuestra ciudad ve “un nivel de integración, de convivencia y normalización bastante bueno”. “Lamentablemente, me gustaría poder decir esto en la situación estatal”, afirmó.
En cuanto a los protocolos de actuación, Giménez subrayó que hay oficinas de atención en todas las comunidades autónomas para informar a las víctimas de supuestos casos de discriminación. “Si comprobamos que hay indicios de discriminación, el protocolo se basa en la “intervención basada en la intermediación y en la queja, así como en acciones extrajudiciales”, como reuniones entre las dos partes. La idea es “no tener que ir a los tribunales”.
No obstante, Giménez subrayó que hay determinados atentados contra la igualdad de una persona que merecen ir directamente a los juzgados”. De esta manera, el servicio que dirige tiene conexión directa con las fiscalías contra el odio y la discriminación.
En la jornada participaron también Manuel Lorenzo, responsable de la Delegación en Melilla del Movimiento por la Paz; Pablo López Pietsch, de la Subdirección General para la Igualdad de Trato y la No Discriminación; María José Moreno y Nuria Mohamed, ambas abogadas del Movimiento por la Paz; y Juan José Torreblanca, vicepresidente de la Comisión Ejecutiva del Instituto de las Culturas. En las ponencias se trataron casos prácticos y cómo obrar ante esas situaciones.