El portavoz socialista de Sanidad asegura que el Ministerio no tiene voluntad de reiniciar las obras y critica la inacción de Imbroda para reclamar una sanidad de calidad para los melillenses.
Esta semana el portavoz de Sanidad por el PSOE, José Martínez Olmos, visitó de nuevo Melilla coincidiendo en el segundo aniversario de la paralización de las obras del nuevo hospital. En esta entrevista habló con El Faro del encallamiento del proyecto y la falta de una solución que derive en el reinicio de las obras, por lo que ha solicitado la comparecencia de la ministra de Sanidad, Ana Mato, para que dé explicaciones sobre el asunto.
Durante su visita a la ciudad, Martínez Olmos asegura haber visto con preocupación la inseguridad ciudadana, el problema de la presión migratoria y el alto índice de desempleo en Melilla, cuyos últimos datos distan mucho de la tendencia nacional.
–Su visita tiene lugar cuando se cumplen dos años de la paralización de las obras del nuevo hospital y siguen esperando explicaciones por parte del Ministerio...
–El 13 de marzo el Gobierno nos contestó que las obras se retomarán “tan pronto como administrativamente sea posible”. Es decir, no son capaces de fijar una fecha. Nos dicen que la obra está parada por la demanda judicial interpuesta por la empresa adjudicataria. Esa demanda está resuelta en una sentencia que da la razón al Ingesa y a la empresa. Lo único que tienen que hacer es llegar a un acuerdo. Lo que está pasando es que no hay acuerdo y es la excusa que les sirve para justificar la ausencia de presupuesto.
El problema es que no hay dinero para el hospital y no saben de dónde sacarlo. Llegados a este punto, lo que hemos decidido es pedir la comparecencia urgente en el Congreso de la ministra Mato para pedirle dos cosas: Primero que nos diga si se van a reiniciar las obras en esta legislatura y en segundo lugar, si piensa modificar el proyecto inicial.
La ministra tiene que dar la cara porque no la dan ni el Ingesa en Melilla ni en Madrid ni el Ministerio y eso no lo podemos consentir. Estamos muy preocupados porque es posible que no se reinicien las obras en esta legislatura o incluso puede que hagan un cambio en el proyecto y lo que terminen haciendo sea un hospital pequeño o un ambulatorio grande.
–Mientras tanto, ¿el PSOE ha hecho alguna propuesta para paliar la sobrecarga asistencial que soporta el Hospital Comarcal?
–Hay que recordar que el proyecto del nuevo hospital surge del incremento de la demanda asistencial de los últimos años, no solamente por el aumento de la población de Melilla, si no también por la atención que se presta a pacientes marroquíes. El nuevo hospital debió haberse inaugurado el año pasado y cuando vimos que en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2014 no se contemplaba partida alguna para el nuevo hospital, presentamos una enmienda y una proposición no de ley (PNL) para que se reservaran 25 millones de euros para reforzar el Hospital Comarcal. El centro hospitalario necesita reformas en infraestructuras, más personal y equipamiento. Bien, pues el PP votó que no a ambas propuestas.
Lo volveremos a plantear. El problema es que nadie da la cada. No hay autoridad en el Ingesa en Melilla, en Madrid y en el Ministerio que nos diga qué previsiones tienen.
La sobrecarga asistencial que sufre el hospital y los centros de salud se produce porque la Sanidad es un todo. En el momento en el que se aplican recortes, el deterioro es generalizado.
El PSOE, cuando gobernó, priorizó las necesidades de Melilla y ahora PP no lo está haciendo. Por eso, aumentan las listas de espera y se deteriora el servicio asistencial. En mi opinión, el PP y el Gobierno locales deberían exigir que los melillenses tuvieran la mejor Sanidad posible porque es la única manera de hacer realidad que los ciudadanos de Melilla sean españoles como el resto de la península. Sin embargo, el señor Imbroda es el auténtico delegado del Gobierno del PP en Melilla, cuando justifica todas las actuaciones del Ejecutivo de Rajoy. Por muy presidente de la Ciudad que sea, hay cuestiones mínimas en las que debería decir “¡Oiga, déme una respuesta! ¿Cuándo se reinician las obras? ¿Cómo va a ser el hospital?”.
–Afirma que el PP intenta justificar la paralización de las obras del hospital porque no hay dinero. ¿Había dinero para cumplir con las anualidades de la obra, cuando el PSOE adjudicó el contrato? ¿Por qué ahora no hay dinero?
–El PSOE hizo frente al coste de las anualidades. Los grandes proyectos con un elevado presupuesto se dividen en anualidades. El Gobierno lo que tiene que hacer es prever esos plazos en cada presupuesto anual. Se adjudicó habiendo dinero y creemos que es un problema de voluntad de invertir en Melilla. El coste de la obra del nuevo hospital es un cantidad que España se puede permitir. El Ministerio gasta 58.000 millones de euros anuales, creemos que destinar entre 12 y 15 millones para el hospital de Melilla es una posibilidad real y cierta. El problema es que no creen que sea necesario ni prioritario invertir en Melilla.
“El PP ha cambiado el discurso, pero no su política”
El portavoz de Sanidad por el PSOE, José Martínez Olmos, dijo haber visto “una ciudad preocupada” por el aumento de la presión migratoria. “El Gobierno está titubeando a la hora de resolver el problema. En mi opinión, el PP está pagando el pecado de la demagogia que utilizaron en su momento co el tema de la inmigración. El PP decía que Zapatero provocaba el efecto llamada con sus política. Ahora que la presión migratoria es mayor, el PP no escuchará a nadie del PSOE decir que el efecto llamada se llame Rajoy. El problema es mucho más profundo”.
“Hay que hacer un esfuerzo para potenciar la cooperación con los países de origen, ayudar a los países que tienen problemas. Rajoy ha dicho en la cumbre euroafricana que hay que procurar que los inmigrantes no tengan la necesidad de venir a Europa a buscarse la vida, que es el discurso que defendió el PSOE en su momento. Mientras tanto hay que reforzar las fronteras con más medios materiales y humanos, pero de manera permanente, no coyuntural.
Nosotros lo hicimos, pero ahora la presión en la frontera es mayor y se necesitan más recursos. El PP ha cambiado el discurso, pero no la política. Sus palabras no se transforman en más medios, ni en un protocolo que dé seguridad jurídica a los agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional en la frontera. Nada, porque la política del PP no ha cambiado”.