Se considera parado de larga duración a aquel que está un año sin trabajar en un periodo de un año y medio. Desde el Servicio Estatal de Empleo confirman que parados con una baja cualificación y, fundamentalmente, mujeres es el perfil de las personas más afectadas por el paro de larga duración. Así lo corrobora la directora del SEPE en Melilla, Gemma Torres, quien añade que “si nos centramos en variables, las personas mayores de 45 años son las más vulnerables”.
Teniendo en cuenta que la baja formación es uno de los puntos flacos de los desempleados, desde el SEPE Torres incide en que “estamos poniendo en marcha planes de formación para desempleados. Además incentivamos la contratación de mujeres y colectivos de mayor edad, aunque también ayudamos a parados más jóvenes”.
Como medidas para paliar el desempleo, Torres hizo hincapié en el Programa de Mujeres MRR (Programa de Apoyo a Mujeres del Mundo Rural y Urbano). “Esta medida varía, dirigiéndose al colectivo más vulnerable aunque dentro de las mujeres se seleccionan a aquellas con más nivel cultural, lo cual no exime a otras demandantes con menos cualificación”, aclara la directora del SEPE en Melilla, Gemma Torres quien incide en que “el SEPE elabora un listado para que desde el Centro de Orientación podamos facilitarles un servicio de ayuda que anime a estas mujeres a que estudien Primaria a través del centro de adultos. Ya hemos iniciado las primeras conversaciones con la dirección del centro porque en enero se abre el plazo de inscripción del nuevo semestre. Queremos que los desempleados sin estudios sean conscientes de la importancia de formarse y mejorar la capacidad de encontrar un empleo”.
Respecto a los parados de larga duración, Melilla presenta matices respecto al resto de las autonomías, ya que aquí “las personas con formación no suelen estar desempleadas mucho tiempo. Me refiero al sector más afectado, el que tiene mayor repercusión económica, social y culturalmente”, recalca Torres. La directora del SEPE explica otra de las peculiaridades de la Ciudad respecto a otras regiones españolas: “aquí ha habido una serie de generaciones, no hace mucho, que no finalizaban sus estudios. Nos encontramos a parados de más treinta años que no finalizaron sus estudios de Educación Primaria. Esas personas arrastran una rémora muy importante. A este obstáculo se añade el hecho de que registramos personas que han estado en un procedimiento no legal y que ahora han legalizado. Muchos de ellos terminaron sus estudios de Primaria e incluso Bachillerato en Marruecos, pero los documentos están allí y no regresan a recogerlos. En España es como si no hubiesen estudiado nada y es un handicap muy importante. No es el porcentaje más elevado, pero hay que tenerlo en cuenta”, incide Torres.
El empleo, o más bien su falta, continúa siendo la asignatura pendiente de Melilla, a juzgar por los datos que arrojan las estadísticas del mes de noviembre y que sacan los colores a la Ciudad Autónoma. De estas cifras se desprende que sólo treinta y cuatro personas salieron de las listas del paro, lo que se traduce en un 0.39%, un porcentaje ínfimo que pone de relieve que la Ciudad sigue siendo incapaz de crecer y generar empleo. No extraña, por lo tanto, la campaña para atraer turismo y empresas a la región puesta en marcha desde la Consejería de Economía y con la que se prevé mejorar estos datos.
EL DEBER QUE DEJARON DE HACER TODOS LOS POLITICOS DE TODOS LOS COLORES HABIDOS Y POR HABER, MIENTRAS TANTO SIGUE LA ASIGNATURA PENDIENTE Y DE ARRASTRE PARA LOS VENIDEROS...