Este jueves se han inaugurado en la Comandancia de la Guardia Civil las IV Jornadas de trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, que en esta edición llevan por título “Mujeres en contexto de prostitución. La respuesta ante una vulneración de Derechos Humanos". La primera ponencia ha estado a cargo de Ezequiel Escobar, director ejecutivo de la ONG Fiet.
Violencia invisible
La jefa de la Unidad de Coordinación contra la Violencia Sobre la Mujer, Laura Segura, ha destacado que la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual es “una violencia muy invisible” a la que ahora están poniendo datos, pero que “es desconocida para la mayor parte de la sociedad”.
A este respecto, ha explicado que no se suele asociar la trata y la explotación con la prostitución, por lo que uno de los objetivos de esta jornada es “demostrar que la trata no es un fin en sí mismo, que la trata es un medio que lo que utiliza es la captación de mujeres para que finalmente sean explotadas”.
“Estamos hablando de una terrible vulneración de los Derechos Humanos que afecta especialmente a la sociedad, a mujeres y niñas”, ha lamentado al tiempo que ha expuesto que más del 90% de las personas que son explotadas sexualmente son mujeres y niñas.
Segura ha insistido en que es una violencia que debe superarse y abordarse desde diferentes administraciones, y también desde la propia sociedad. “Debemos concienciar sobre la necesidad de que se visibilice la realidad de mujeres que son explotadas, mercantilizadas y utilizadas como un bien de consumo”, ha dejado claro.
Por ello, en esta ocasión, se van a abordar las soluciones a través de políticas abolicionistas “que señalen a los explotadores, que señalen a los proxenetas”, algo, ha avanzado, fundamental y necesario para acabar con esta situación “que es terrible y que afecta a miles y miles de mujeres y niñas en nuestro país cada año”.
Un problema de la sociedad
Por su parte, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, ha reiterado su compromiso para la erradicación de esta lacra.
“Queremos seguir mostrando nuestro compromiso y queremos también seguir poniendo nuestra predisposición para, siempre que seamos necesarios, poder trabajar en cuestiones como las que hemos estado abordando a lo largo de las diferentes comparecencias”, ha expresado.
La titular de la Delegación del Gobierno ha recalcado que es esencial trabajar de manera unida y coordinada para “poder acabar con una problemática que no es solamente de las víctimas, sino de la sociedad en su conjunto”.
Por ello, ha agradecido el trabajo de la Unidad de Coordinación contra la Violencia Sobre la Mujer y la ONG, Fiet, por la coordinación y organización de las jornadas, así como a la Guardia Civil por la cesión del espacio, y a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado “por el compromiso, por la participación y por el trabajo que hacen día a día por la lucha contra esta lacra”.
Moh ha puesto en valor la sensibilización y la educación en esta materia. En este sentido, ha subrayado que “es importante visibilizar el problema, es importante sensibilizar a la sociedad y es importante hacerlo también desde la educación para que, especialmente desde edades más tempranas, seamos conscientes de qué es lo que supone una lacra como esta, de qué es lo que supone una vulneración de los Derechos Humanos como esta y, sobre todo, para que contemos con las herramientas necesarias e imprescindibles para acabar con ella”.
Abolicionismo como respuesta
Por su parte, Ezequiel Escobar, director ejecutivo de la ONG Fiet y primer ponente de la jornada, ha explicado que la abolición es la única respuesta, desde una perspectiva de Derechos Humanos, para poder atender a las víctimas que servimos cada día y que tratamos de que salgan de ese entorno de vulnerabilidad.
Desde Fiet ha aclarado que el abolicionismo no es solamente prohibir, “es educar, apostar por dignificar, levantar, dar respuestas para una restauración completa, una reflexión real que necesitamos en la sociedad”. Así, ha avanzado que en Melilla, la ONG está atendiendo a más de 60 mujeres en situación de riesgo extremo de volver a caer en situación de ser víctimas de trata o volver a contextos de prostitución.
Escobar ha expuesto que la gran dificultad que sufren las víctimas es “que todo el peso del sistema cae sobre su declaración”, por lo que las mujeres deben verbalizar la situación en la que se encuentran. Un hecho que se complica por la invisibilización que viven y que les dificulta salir.
A este respecto, ha señalado la necesidad de una modificación en el Código Penal para “quitar el peso sobre la víctima”, y que se entienda que el delito de trata no afecta exclusivamente a la libertad de las personas, sino que “es un delito contra el Estado, porque en nuestra sociedad no admitimos que se trafique con personas, con su libertad sexual, con su intimidad, o con el honor”.