Militares y efectivos de la UME presentaron ayer al presidente de Melilla, Eduardo de Castro, y a la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, un simulacro por los campamentos de atención a damnificados en la explanada de Rostrogordo a través de un recorrido por tiendas improvisadas para heridos de catástrofes como terremotos.
El recorrido comenzó en un albergue construido para las víctimas y los militares le ofrecieron al presidente y a la delegada un itinerario por los diferentes espacios que se construyen en caso de una emergencia para la población civil. Asimismo, comandantes y tenientes señalaron que sus capacidades son limitadas por su falta de medios y por ello necesitarían en caso de que sucediese una catástrofe la ayuda de la UME.
Militares allí presentes hablaron de la necesidad de que la ciudad autónoma invierta más en materiales para ellos (que son quienes construyen estos campamentos improvisados), como generadores de energía y potabilizadoras de agua, para garantizar el suministro de productos clave para el simulacro presentado y así no pedir ayuda demasiado pronto a la unidad especializada.
Al comienzo del ejercicio se explicó al presidente que la capacidad para generar energía en estos espacios y circunstancias es difícil en la actualidad y que es necesario que se invierta en generadores eléctricos con más capacidad, que a su vez estén conectados con los de la ciudad, o que se alquilen otros más potentes, y que hay carencias para climatizar los campamentos en verano y para evacuar las aguas grises que se generan durante los cuidados a las víctimas.
La teniente Llamazares desarrolló las deficiencias en mayor profundidad, destacando que la potabilizadora necesita, al menos, abastecimiento mediante el embalse de Rostrogordo; que ahora solo pueden garantizarse los "puntos más críticos" a nivel energético; hizo hincapié en que las autoridades deben invertir en contenedores habilitados para retirar y reciclar los residuos; que no cuentan con una capacidad higiénica para 500 personas y que para ello harían falta 50 duchas y 7 contenedores de abducción conectados a la red general de Melilla. Por último, la teniente recalcó la importancia de crear una fosa séptica para las aguas grises y crear un baño químico por cada 8 personas (60 en total) y mantenerlos diariamente.
Por otra parte, el comandante Carlos Estebaranz dio un repaso por las zonas desplegadas para el programa y comentó sus características principales. El campamento cuenta con 20 mil metros cuadrados y tiene la capacidad para albergar a 500 refugiados. Cuenta con tres secciones con pelotones organizados en cada una de ellas y posee una zona sanitaria y de alojamiento compuesta por 14 islas con cuatro tiendas en cada una de ellas.
Una vez presentado el campamento y albergue y apuntadas sus carencias, Tejero, militar de la UME, le dio un paseo al presidente y a la delegada por los diferentes espacios desplegados en la explanada y expuso cómo deberían actuar los damnificados si se declara un nivel de alerta 2. Junto a esto, añadió que un sargento primero ya había reconocido en los últimos días los puntos claves en los que instalar los futuros campamentos en la ciudad y comentó que Rostrogordo es una zona estratégica en caso de maremoto, por ejemplo.
Además, el área acoge una zona de apoyo psicológico a las víctimas, una zona de ocio y cocina para estos cuerpos y una zona restringida en donde se sitúan la potabilizadora de agua y el generador de energía.
La expresión “militares y efectivos” es inapropiada e incorrecta. Todos los efectivos de la UME son militares de diferente graduación y diferentes escalas pero militares, luego no sè a qué viene esa expresión. En la UME no hay ningún efectivo que no sea militar. Deberían cuidar un poco más las formas .
También puede hablarse de efectivos de un ejército cuando nos estamos refiriendo al material bélico (camiones, tanques, cañones...). Dejé la soberbia a un lado y consulte.
Claro como el ejército es tan “cuidadoso” en todo.