A través de un nuevo método teatral por el cual se aprende español, alrededor de unos 60 jóvenes extranjeros tutelados por la Ciudad Autónoma han participado en este curso impartido por la asociación Nana y financiado por el área del Menor.
Cuatro de los participantes se pusieron delante de sus compañeros y fueron relatando algunos de los hechos más duros que han vivido, desde tener que identificar el cadáver de un familiar fallecido o las dificultades que encuentran en la ruta migratoria hasta Melilla.
Después, uno a uno fueron recibiendo un certificado de participación y algunos de ellos incluso un currículum vitae de manos del viceconsejero del Menor, Abderrahim Mohamed Hammu.
Hammu detalló que los participantes provienen de los distintos centros de menores que tiene la Ciudad Autónoma y que la subvención ha sido de 14.000 mil euros, lo cual permitió también la contratación de tres personas. Quiso poner de relieve lo innovador del método que se ha utilizado, llamado ‘Glotodrama’, pues subrayó que el aprendizaje de un idioma, en este caso a través del arte y el teatro, se saca de la estigmatización a este grupo de chicas y chicos. Cree que de estar forma se demuestra que los menores extranjeros puede integrarse perfectamente a la sociedad que les ha acogido, recalcando que “este es el objetivo final de esta Viceconsejería”.
Por su lado, Natalia Díaz, directora del proyecto, aseguró que están muy orgullosos del apoyo que ha recibido desde la Ciudad Autónoma, y en especial de la Viceconsejería del Menor, para sacar este curso adelante.
Señaló que trabajan con los niños y niñas que están acogidos en los centros de la ciudad desde hace ocho años. Díaz recalcó que trabajando a través de las artes escénicas, los menores acogidos viven un desarrollo emocional, social, ético e intelectual.
Expresó que la mejor forma de mostrar esto es a través de la actuación en el escenario. Sobre este curso, señaló que cuando una persona empieza a aprender un idioma, se siente extraña y hacerlo a través del teatro normalizan el desarrollo de la lengua y consigue que los participantes aprendan a expresarse de forma natural. Aseguró que hay muchos jóvenes que han pedido participar, pero no había plazas suficientes, por lo que espera n repetir el curso el año que viene.