El Ramadán o mes sagrado de los musulmanes será en 2022 muy distinto al de los dos últimos años en Melilla y Ceuta. La recuperación de las reuniones familiares, los tradicionales paseos nocturnos y el rezo colectivo son esencias de esta festividad que volverán tras dos años de suspensiones por la pandemia.
No obstante, las dos ciudades autónomas vivirán su tercer Ramadán con las fronteras terrestres con Marruecos cerradas, lo que afecta a muchos musulmanes que viven en Melilla o Ceuta y tienen lazos familiares en el entorno marroquí, ya que impedirá que puedan celebrar juntos este mes sagrado.
En el caso de Ceuta, donde más del 35 por ciento de los 85.000 habitantes profesan la religión musulmana, la vuelta a la normalidad ha sido acogida con mucha satisfacción por los integrantes de la segunda comunidad más importante de la ciudad, por detrás de la cristiana.
Las 42 mezquitas repartidas por distintas zonas de la ciudad ya están ultimando todos los preparativos para acoger a los cientos de fieles que cumplen con uno de los cinco pilares del Islam.
El Ramadán o noveno mes del calendario islámico -que cada año cambia por el mes lunar- supone el ayuno desde la salida hasta la puesta del sol.
Mohamed Lahassen, trabajador de una empresa municipal de Ceuta desde hace más de una década y padre de tres hijos, espera con "renovada ilusión" este mes sagrado.
"Desde hace dos años no hemos podido reunirnos la familia y ahora lo volveremos a hacer. Lo que no sabemos es si podremos visitar a nuestros familiares y amigos en Castillejos -localidad marroquí distante unos dos kilómetros de la frontera ceutí- pero lo importante es que estaremos más unidos", ha explicado a EFE este hombre de 45 años.
Mustafa Laarbi, que regenta un negocio en el interior del Mercado Central de Abastos, dice que será "como un nuevo Ramadán, algo que estábamos deseando. Ahora recuperaremos la esencia de esta fiesta de vivir y compartir con los demás".
Rezo colectivo
La Comunidad Musulmana de Ceuta, consultada por EFE, todavía no ha aclarado si habrá la tradicional "musal-la" o rezo colectivo, que todos los años se solía organizar en una explanada próxima a la principal mezquita de la ciudad, Sidi Embarek, aunque será lo más probable.
Para Laarbi Ahmed, un deportista ceutí de 24 años que compartirá esta festividad con sus dos hermanos mayores y su hermana pequeña, lo más "complicado" de estos días es compatibilizar el Ramadán con la práctica de alguna actividad deportiva, ya que no pueden beber ni comer durante los partidos o pruebas. "Uno se acostumbra", apunta.
Los musulmanes, después de la ruptura del ayuno, suelen dar paseos por las calles, sobre todo a altas horas de la madrugada, donde aprovechan para degustar dulces en casa de los familiares y amigos así como la tradicional "harera", una sopa elaborada a base de carne, tomates y legumbres.
Solidaridad
Mientras tanto, las diferentes asociaciones y entidades musulmanas con sede en la ciudad ya preparan actividades paralelas para dotar a la festividad de más relevancia.
La ONG Luna Blanca, una de las más activas en la atención a las familias vulnerables, ya ha instalado -después de dos años sin poder hacerlo- una carpa en las inmediaciones de la mezquita de Sidi Embarek donde espera atender a diario a unas 400 personas para el "iftar" o ruptura del ayuno.
Por otro lado, la asociación Alas Protectoras ha iniciado una campaña de recogida de alimentos para ayudar a las familias más desfavorecidas con la intención de que dispongan al menos de una comida al día, justo después de la ruptura del ayuno.
Uno de los centros culturales más importantes, el Centro Cultural Al Idrissi -con una trayectoria de diez años- ha previsto ya un calendario de actos que comenzarán este viernes con un concierto y seguirán a mediados de abril con un recital del Corán.
Asimismo, han previsto un iftar multicultural, lo que supone la ruptura del ayuno en su sede con la presencia de miembros de las demás comunidades asentadas en la ciudad (la cristiana, la hebrea y la hindú).
Luces en Melilla
En Melilla, donde aproximadamente la mitad de sus 87.000 vecinos son musulmanes, el alumbrado extraordinario de Ramadán en las calles del centro de la ciudad y algunos barrios con una población mayoritariamente musulmana anuncia desde hace unos días que este mes tan importante para esta comunidad religiosa está a punto de empezar.
Unas luces tipo LED que este año, debido a la coincidencia del Ramadán con la Semana Santa, han sido colocadas a una mayor altura respecto a años anteriores para no obstaculizar las salidas procesionales y, en señal de respeto hacia estas, serán apagadas en la Avenida Juan Carlos I, la vía pública del centro más emblemática.
La Comisión Islámica de Melilla (CIM) ha organizado varias actividades, cuya principal novedad es un seminario sobre la preparación espiritual a cargo de Hisham Muhammad.
También habrá diversas rupturas de ayuno y actividades para los más pequeños, como un cine de barrio, además de una programación especial en las televisiones locales y una gala de fin de Ramadán.
La Ciudad Autónoma también tiene su propia programación con un autocine para niños todos los sábados del mes de abril, concursos, conferencias y una ruptura institucional del ayuno el 21 de abril en el hotel Melilla Puerto.
Feliz Ramadan
Muchísimas gracias ;que Dios la bendiga