La formación política pide un nuevo sistema y la separación de residuos inertes. La Plataforma Melilla Verde es el único partido de la ciudad que propone en su programa la desaparición de la incineración como tratamiento de las basuras. En este sentido ya anunció su apuesta por la sustitución de la incineradora por un sistema nuevo de biometanización y separación de residuos inertes que supondrían la construcción de una planta de biometanización y otra de clasificación, que en este caso generaría una cifra de empleo mucho mayor que una incineradora.
“Estas dos nuevas infraestructuras no realizan ningún tipo de emisión a la atmósfera y obtienen como resultado electricidad, compost y materias primas que pueden ser introducidas en cauces comerciales tanto en Marruecos como en la Península, generando así una pequeña industria del residuo”, explicó en su nota la plataforma.
Rechazo al traslado
La opción de traslado de la incineradora a otro lugar es, en opinión de Melilla Verde, “descabellado”, pues según asegura, “un complejo industrial como la incineradora es imposible trasladarlo por sus propias características. En todo caso, la opción sería construir una nueva en otro emplazamiento para lo cual debería de plantearse una enorme inversión muy superior al sistema de tratamiento propuesto por nuestra formación política, manteniendo además los problemas inherentes de la incineración”.
Además, y respuesta a los planteamientos formulados por Coalición por Melilla, desde la formación política se recuerda que “las emisiones de una incineradora afectan a un radio muy superior al de la ciudad, y es incompatible con cualquier tratamiento de reciclaje, ya que desincentiva el mismo al competir por productos con partidas presupuestarias”.
Del mismo modo, la formación que encabeza Manuel Soria, señaló en su escrito que la aparición de la Plataforma Melilla Verde, “que es la única con programa en medio ambiente”, va a suponer que el resto de partidos “vayan proponiendo en la campaña electoral soluciones pseudoambientales, que en la mayoría de ocasiones son fruto de oportunismo electoralista y que no tienen que ver con la conciencia ambiental de los partidos”.