La Sala de Ensayos ‘Fando y Lis’ ha acogido esta tarde la presentación del libro ‘Cámara, Melilla, ¡Acción!’, un proyecto literario colaborativo en el que participan autores nacionales cada edición de la Semana de Cine de Melilla.
En esta ocasión, el ejemplar reúne diez relatos escritos por Ignacio Martínez de Pisón, Azahara Alonso, Aloma Rodríguez, Rodrigo Blanco Calderón, Juan Manuel Gil, María José Navia, Juan Vilá, Aroa Moreno, Ángel Castro y Karina Sainz, editados por el director de la Semana de Cine, Miguel Ángel Oeste.
Este año Melilla es la protagonista de todos los relatos. El escritor y periodista Pablo Bujalance ha sido el encargado de escribir el prólogo. Para él, este libro es un “verdadero acontecimiento editorial” que explora Melilla como territorio histórico y cinematográfico, en el que cada autor relata su “odisea particular” en la ciudad. “Lo interesante es que los lectores disfruten y compartan con los autores esta exploración maravillosa llena de sensaciones”, dijo.
Junto a él, en la presentación también ha estado el escritor y guionista español Ignacio Martínez de Pisón, galardonado con el Premio Nacional de Narrativa de 2015. Estuvo en Melilla hace catorce años, también durante la Semana de Cine. “Descubrí una ciudad que merecía al menos una novela, al menos escrita por mí”, de ahí salió ‘La buena reputación’. En este relato ha rememorado la Melilla que descubrió por entonces y que le inspiró a escribir la novela.
El director de la UNED, Ángel Castro, también ha participado este año con su propio relato. Recuerda que hace cerca de una década José Luis Cuerda (figura clave del cine español y director de ‘Amanece que no es poco’ o ‘La lengua de las mariposas’) participó en la Semana de Cine de Melilla.
Aunque no quiere desvelar nada, el relato de Castro habla sobre la intención de Cuerda de grabar la segunda parte de ‘Amanece que no es poco’ en Melilla la Vieja. “Está escrito en el mismo tono de bendita locura”, comentó.
El escritor venezolano Rodrigo Blanco es la tercera vez que participa en este libro de relatos de la Semana de Cine de Melilla. Para él siempre es “muy divertido” experimentar y apropiarse de recuerdas aleatorios. Es el caso de su relato, en el que ha tomado referencia de sus visitas a la ciudad autónoma para construir una historia con tintes surrealistas y un poco apocalípticos.
El relato de Juan Vilá arranca en el Teatro Kursaal-Fernando Arrabal, donde tiene lugar una desastrosa proyección. Se trata de una historia de redención del director a través de un foráneo que quiere rodar en Melilla una película con la que salvar el mundo.
El texto hace un recorrido por la ciudad, desde el Kursaal hasta la tumba de Benito López Franco, el soldado de los Milagros, donde se produce una revelación. “Es un relato que habla del éxito y del fracaso, de las segundas oportunidades y de la redención. Pero sobre todo de esta ciudad como escenario de todas estas cosas”, concluyó.