Los melillenses tienen un enorme lado solidario que estos días está funcionando a pleno rendimiento para ayudar a los compatriotas valencianos, que han sufrido una de las mayores catástrofes naturales que se recuerdan en la Comunidad Valenciana. Decenas de voluntarios y de organizaciones sociales se han movilizado para recoger todo tipo de cosas con el fin de enviarlas a los damnificados. Necesitan sobre todo botas de agua, pañales para personas mayores, productos de limpieza para las casas y tambiénde aseo personal, así como alimentos sin gluten, porque ropa ya incluso sobra, como pasa con el tema de las comidas o el agua.
Además, allí, sobre el terreno, Melilla tiene a catorce de sus bomberos, además de un psicólogo especialista en cuestiones de catástrofes, Juan Manuel Millán. El sargento Javier Cordero relataba la magnitud del drama y advertía que los ciudadanos apenas si vemos por televisión el 1% de lo que allí hay en estos momentos. Un escenario de guerra, lo comparaba este funcionario, que está al mando del grupo de bomberos que lleva casi ya una semana trabajando sin parar en la zona cero: el pueblo de Paiporta.
Mientras todo eso sucede, avanza la organización de la gala benéfica, que ya tiene fecha. Será el próximo domingo 17 de este mes de noviembre en el Teatro Kursaal a partir de las siete de la tarde. Actualmente están con los preparativos y a la espera de que se presente oficialmente para anunciar a partir de qué momento podrán adquirirse las entradas, que estarán disponibles en entradasmelilla.com al precio de 12 euros.
Decenas de artistas locales participarán en el evento para aportar su granito de arena y colaborar en apoyo a los damnificados. Pero no solo son ellos nos que están detrás de esta gala. La empresa de luz y sonido Seamel, por ejemplo, estará presente y Carlos Cruseilles pone precisamente su plataforma digital para que se pueda comprar las entradas, entre otros colaboradores.
Son muchísimas las personas anónimas que se han puesto en contacto con los organizadores también para ayudar en lo que sea. Desde estar en la puerta del Kursaal para recoger las localidades a hacer el papel de acomodadores, pasando por aquello que se le reclame porque si algo hay en esta ciudad es gente buena de corazón, conmovida por el tamaño de la desgracia y la necesidad vital de apoyar dentro de sus posibilidades a quienes lo han perdido todo, incluso seres queridos.
Melilla está dando una envidiable muestra de solidaridad, tanto a título particular como institucional. De hecho, la Ciudad Autónoma, en nombre de todos los melillenses, ha donado directamente medio millón de euros y la Consejería de Cultura, Patrimonio Cultural y el Mayor que dirige Fadela Mohatar ha puesto a disposición de los artistas el Kursaal, de forma gratuita lógicamente, para el desarrollo de la gala.
Valencia, en cualquier caso, está recibiendo un auténtico aluvión de solidaridad por parte de los españoles. Miles de voluntarios, llegados de la práctica totalidad de España, están allí limpiando calles, quitando barro, apartando coches, recogiendo basuras. Gran parte de ellos son jóvenes, esos chicos y chicas que tantas veces son criticados como la "generación de cristal" han demostrado que saben estar a la altura cuando la situación lo reclama.