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Educación asegura en el Día contra el Bullying que todos los centros cuentan con un protoco de actuación
La Dirección Provincial de Educación contabilizó 4 casos de acoso escolar y un cambio de centro de un alumno en el curso académico 2015-2016. Así lo indicó ayer, en el Día Mundial contra el Bullying, el director provincial de Educación, José Manuel Calzado, a El Faro.
Aseguró que son datos que se “mantienen”, aunque puntualizó que ha sido en los últimos años cuando esta problemática se está vigilando “con mayor atención”. Destacó que se ha producido una evolución significativa por la mayor sensibilización que los centros educativos tienen con esta lacra social.
El hecho de que ahora se hable más de acoso escolar se debe, según el director provincial de Educación, a que la comunidad educativa ha reducido su nivel de tolerancia. No obstante, insiste en que no se confunda una riña entre dos niños con acoso escolar”. “Ahora se abren más expedientes, pero tras revisar los casos, no todos revisten la misma gravedad”, dijo. Según Calzado, el bullying permanece en el tiempo, produce indefensión y requiere ayuda externa”.
Acoso y maltrato infantil
A los cuatro casos de acoso escolar y el cambio de un alumno de un centro a otro se unen dos casos de maltrato infantil. El director provincial de Educación subrayó que hay que hacer una clara diferenciación entre acoso escolar y maltrato infantil. Mientras el primero, se produce normalmente entre iguales y en el propio centro educativo, el segundo, suele ocurrir fuera del ámbito escolar.
Calzado explicó que la repetición de la conducta violenta “física o psicológica, dirigida siempre contra la misma persona, es un parámetro que ayuda a definir una situación de acoso escolar. Según el director provincial de Educación, no existe un perfil tipo y que el acoso se puede dar en “cualquier situación”.
Protocolo de actuación
Según Calzado, en los cuatro casos de acoso escolar se activó el protocolo de actuación correspondiente para tratar de dar a las víctimas las herramientas para que salgan de esta situación. En este sentido, destacó la labor de los docentes, que han ofrecido un tratamiento individualizado tanto con la víctima como con el agresor. Además, dijo que en un caso se produjo incluso en un cambio de centro, aunque puntualizó que esto “no es nada fácil en Melilla” y tampoco siempre se plantea como la mejor opción.
Finalmente, recordó que el Ministerio de Educación ha habilitado un número de teléfono (900 018 018) para denunciar los casos. No obstante, recomendó que los afectados se dirijan directamente al tutor, director o servicio de orientación del centro.