Melilla desea “cambiar su reputación” y su imagen en el exterior para convertirse en un destino de turismo deportivo, de congresos en los que se aborden, sobre todo, temas norteafricanos, y que sea una ciudad receptora de cruceros porque cuenta con 2 meses más de sol que en otros destinos habituales de estos grandes barcos de turistas. Así lo ha destacado la consejera de Turismo, Gloria Rojas, en su intervención en el ‘Foro de Ciudades Turísticas Atractivas para la Inversión’ que ha desarrollado este martes Invest In Cities.
Rojas indicó en este foro que no solo el área de Turismo se ha implicado para echar adelante al sector tras la pandemia, sino también el resto de áreas del Ejecutivo local, porque entienden que es una temática transversal. Afirmó que desde el empresariado que se dedica a este sector se ha sufrido durante la pandemia y apuntó que desde el Gobierno local se han destinado ayudas y programas para paliar esta situación. En concreto, argumentó que Promesa ha destinado 500.000 euros de ayudas por la pandemia al sector del turismo en Melilla.
También remarcó que se destinaron 1 millón de euros para proyectos de inversión turística y otros 500.000 euros para el desarrollo de programas de interés turístico. Asimismo, comentó que se ha cambiado la imagen y el logo sobre Melilla con un nuevo lema ‘Melilla, una historia compartida’.
Y otro de los temas en los que hizo hincapié es la generación de bonos y paquetes turísticos con el objetivo de que personas no residentes puedan viajar a un menor coste y también que puedan acceder a estancias de hotel a un mejor precio.
Una de las sinergias con otras áreas del Gobierno que destacó la consejera de Turismo es con Deporte, pues se ha creado la marca ‘Melilla Sport Capital’ y no solo se atraen la celebraciones de eventos deportivos, sino que se destaca la ciudad con su vinculación con el deporte porque son muchos los ciudadanos aficionados a actividades deportivas en Melilla.
En este sentido, argumentó que cambiar la imagen de la ciudad en el exterior es la intención de todos y se hace mostrando también el gran patrimonio histórico y cultural de Melilla. Comentó que se han conmemorado los 100 años de Annual porque Melilla tiene parte de su historia vinculada a la historia militar. Pero resaltó a la vez la Melilla modernista, siendo la única ciudad de África con estas características y la segunda de España tras Barcelona. Y dijo que ese patrimonio se ve en edificios donde se muestra la interculturalidad de la ciudad porque hay mezquitas y sinagogas de estilo modernista.
Rojas insistió en esos dos meses más de luz y sol que tiene la ciudad respecto a otros destinos de cruceros y apuntó que se trabaja para que vengan más barcos de este tipo cuando fue hace un par de semana cuando vinieron dos en cuatro días.
Otro de los aspectos que remarcó es que Melilla es un buen destino donde grabar series y películas. También dijo que es un ciudad universitaria porque se cuenta con la UGR y la UNED para ofrecer formación a los ciudadanos. Además, resaltó sus playas, la gastronomía y la gente, que es otro patrimonio de la ciudad al ser personas acogedoras.
Jajajajajaja … que gracia tienen estos políticos. No sé qué clase de aires corren por la Plaza de España que con tanta soberbia, tanto postureo, tanta incompetencia y tanta mamandurria no quieren ver que la Ciudad está en un estado de decadencia irreversible. Y ellos, hablando de cruceros y turismo. Me río por no llorar.
Geniales estos planes. Pero para ello habría primero que terminar con la flagrante marroquinización de la ciudad, devolver a los menores no acompañados con sus familiares en Marruecos, terminar con la delincuencia y la inseguridad en las calles a ciertas horas, dejar de ser nido de yihaidistas radicalizados, fomentar que haya una verdadera infraestructura turística y hotelera, ofrecer servicios de calidad, hacer que Melilla sea un destino atractivo para la inversión y asentamiento de empresas del entorno digital, mejorar las comunicaciones con la Península, abrir de una vez la línea marítima con Argelia, etc., etc. ¡A trabajar, políticos gandules!