La ciudad mantiene una balanza comercial negativa ya que las importaciones de 2011 ascendieron a 66,4 millones frente a las exportaciones que se quedaron en 1,8 millones.
Aquí cojean las exportaciones. Melilla importa más de lo que exporta. Si bien la balanza comercial de la ciudad está en sintonía con lo que ocurre en el conjunto de España, aquí acusa un desnivel mucho más pronunciado, según los datos correspondientes a 2011 que maneja la Subsecretaría de Comercio Exterior.
Echando un vistazo a los números comprobamos que el año pasado Melilla exportó mercancías por 1,8 millones de euros. A la hora de importar, el desembolso es inmensamente mayor y asciende a 66,4 millones.
Porcentualmente las exportaciones más importantes de la ciudad son las de carne y despojos de animales (27,60% del total) y las preparaciones a base de cereales, harina, almidón, fécula o leche y los productos de pastelería (23,06%).
En cambio, las importaciones con más peso en la economía de la ciudad son las de frutas y frutos comestibles (30,41%), café, té, yerba mate y especias (17,99%) y cereales (17,74%).
Melilla exportó el año pasado animales vivos (por valor de unos 101.000 euros), algo de leche, huevos y miel (10.000 euros) o tabaco y sucedáneos por 24.000 euros. Todas estas mercancías están clasificadas con el código Taric (Arancel Integrado de las Comunidades Europeas).
También vendió fuera pescados, crustáceos y moluscos (casi 6.000 euros), aunque luego también importó estos géneros, si bien es cierto que por un montante muy discreto (110 euros).
Curiosamente, Melilla no vendió al exterior nada de grasas y aceites animales, legumbres o tripas de animales.
Todos estos productos los importó en cantidades destacables. Así, la ciudad compró el año pasado legumbres y hortalizas por valor de 10,3 millones; semillas por 2,6 millones, conservas de carne o pescado por 1,1 millones y bebidas de todo tipo (excepto refrescos), por 5,2 millones de euros.
El número dos de la patronal melillense, Jerónimo Pérez, explica a El Faro que hay que ser muy cuidadosos con los datos de exportación de Melilla porque la Subdirección de Comercio Exterior sólo tiene en cuenta las exportaciones documentadas y obvian lo que él llama “el comercio atípico”. Se refiere al ir y venir de mercancías que pasan a diario los porteadores de Melilla a Marruecos por el paso de Barrio Chino.
Sin brotes verdes a la vista
El vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) cree que en la economía local no hay brotes verdes a la vista. “No hay ningún motivo para ser optimistas. En líneas generales hay un descenso cada vez más acuciado del consumo interno y se están viendo afectados el sector servicios, la hostelería y el comercio”, comentó a El Faro.
Lo peor, explica Jerónimo Pérez, es que no es el primer año que la economía va mal. “Llevamos dos o tres años en que las cosas no son positivas. Las percepciones que nos hacen llegar los empresarios es que hay un retraimiento importante del consumo. Los que no tienen trabajo están prescindiendo de todo lo que no es artículo de primera necesidad y los que no han visto afectada su situación económica tienen una percepción negativa y también se han apretado el cinturón. A eso hay que sumarle la eliminación de la paga extra de Navidad ”.
La hostelería coge oxígeno este mes
Abdelselam Mohamed, presidente de los hosteleros de Melilla, cree que muchos productos de pastelería de la ciudad (“sobre todo, magdalenas”) van a parar a Marruecos, aunque los datos de Comercio Exterior demuestran que este sector también vende a la UE. Consultado sobre las perspectivas de la restauración a corto plazo, Mohamed apunta que después de un verano malo “por el Ramadán”, se está notando que este mes “está pegando un tirón y se ha animado el consumo”. En todo caso, espera que vaya a mejor en otoño y Navidad.