Los datos apuntan, eso sí, que la salida de melillenses para trabajar aumentó en 2013 respecto a 2012
La movilidad en Melilla tiene limitaciones. Cualquier persona que viva en nuestra ciudad sabe lo complicado que puede resultar trasladarse a otros puntos del país debido a nuestra ubicación geográfica. Esta situación incide no sólo en los viajes que se puedan realizar por placer, sino también en los desplazamientos por trabajo. A pesar del gran índice de desempleo que hay en la ciudad, la tasa de movilidad laboral que hay en Melilla es una de las más bajas de todo el país. Sólo en las provincias de Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas, Badajoz, Asturias y Barcelona este indicador es más bajo. Los datos se extraen del último informe sobre movilidad publicado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en 2014.
Las cifras apuntan que la mayoría de los contratos a melillenses firmados en 2013 se hizo para trabajar en nuestra ciudad. Según este informe, llegaron a Melilla 1.611 trabajadores de otras provincias y se marcharon 1.219, por lo que el saldo fue positivo. El informe apunta que, en comparación con el año anterior, se redujeron las llegadas de empleados de otras ciudades, mientras que ocurrió lo contrario con las salidas de melillenses a otros puntos del país. La complicada situación del mercado laboral en nuestra ciudad es sin duda clave en este proceso de cambio.
Si las cifras se comparan con las registradas en Ceuta, se comprueba que la tasa de movilidad de la ciudad caballa es bastante superior a la de Melilla. La cercanía con la península es uno de los puntos que marca esta diferencia entre las dos ciudades autónomas.
En el caso de las contrataciones de trabajadores extranjeros la tendencia es muy similar y la tasa de movilidad laboral en Melilla es una de las más bajas del país. Sólo en Las Palmas, Madrid, Barcelona, Baleares y Soria esta tasa es más baja que en nuestra ciudad. Este indicador duplica al nuestro en Ceuta.