El incremento en la ciudad ha sido del 2,6% frente a una subida del 15,4% en el conjunto del país, según el Fichero de Inquilinos Morosos. La morosidad en Melilla de los arrendamientos urbanos registró uno de los menores incrementos del país, según el Fichero de Inquilinos Morosos. En los nueve meses del año la morosidad en la ciudad aumentó un 2,6%, una cifra que sólo está por encima de las registradas en Cantabria (1,3%), La Rioja (1,8%), Canarias (1,8%) y Navarra (2,3%).
La morosidad de los arrendamientos urbanos alcanzó los 8.312,9 euros de media entre enero y septiembre, lo que supone un incremento del 15,4% respecto al mismo periodo de 2010, según los últimos datos publicados ayer por el FIM. El director general de esta institución, Fernando Sánchez, resaltó ayer el efecto de la crisis en el alza de la morosidad en los alquileres, que sólo en los nueve primeros meses de 2011 ya supera los 7.771,8 euros de media que registró en todo el pasado año. Todas las comunidades autónomas registraron incrementos de la morosidad de los arrendamientos, que fueron superiores en el caso de Andalucía (24,7%), Comunidad Valenciana (20,1%), Madrid (17,8%), Murcia (16,5%) o Cataluña (15,9%).
En el caso de la cuantía media de las deudas, fueron superiores en Madrid (16.037,2 euros), Murcia (12.196,4 euros), Baleares (9.664,5 euros) y País Vasco (9.207,2 euros).
En el lado opuesto, las menores cuantías de las deudas fueron detectadas en Castilla y León (2.515 euros), La Rioja (2.639 euros), Asturias (3.053 euros) y Extremadura (3.114,5 euros).
El director general de FIM aseguró que la morosidad en los alquileres urbanos (tanto residencial como no residencial) “rompe el ciclo económico”, ya que reduce el consumo, lo que podría llevar incluso a un alza del paro.
La solución para el mercado inmobiliario no es el alquiler en la situación actual, explicó Sánchez, porque los cambios legislativos que introdujo el llamado “desahucio exprés” no han tenido el efecto deseado, por la falta de recursos humanos en los juzgados que alarga la espera hasta el desahucio unos 12 meses.
Así, consideró que está produciéndose un “trasvase” de la morosidad del mercado de la venta al del arrendamiento de inmuebles, porque la regulación del sistema hipotecario es “mucho más exigente” que la del alquiler.
El FIM se nutre de la lista de los inquilinos con incidencia en arrendamientos urbanos que publica el Boletín Oficial del Estado (BOE) y de las incorporaciones que, de forma gratuita, pueden hacer particulares, bancos, aseguradoras y fondos de inversión, entre otros, siempre que acrediten la deuda de sus inquilinos. La consulta del fichero de inquilinos morosos cuesta algo más de 10 euros.