Melilla en Verde ha anunciado este jueves que protestará ante la ministra Teresa Ribera por permitir que la Consejería de Medio Ambiente "destroce la zona de la Cala de Trápana", señaló la asociación en referencia al anuncio del consejero Hassan Mohatar de que tiene el visto bueno para hacer el proyecto de la pasarela de la ensenada de Galápagos.
En opinión de Melilla en Verde, el consejero Mohatar "cumple con la tradición de los anteriores consejeros de Medio Ambiente de proyectar algún destrozo ambiental antes de dejar el cargo".
La asociación destaca también que en este caso el lugar elegido es la única zona natural de costa que queda virgen en Melilla, la zona de rocas entre la Ensenada de Galápagos y Cala de Trápana.
Asimismo explica que el coste del proyecto alcanza un millón de euros y consiste en la construcción sobre las rocas de pasarelas para acceder desde Galápagos a Trápana, playa diminuta en la que no caben más de 8 personas, que solo abriría en tres meses al año y que además ya tiene acceso desde las Cuevas del Conventico.
Melilla en Verde defiende que la función de la Consejería de Medio Ambiente y por tanto la principal función del consejero debería ser el cuidado, conservación y en todo caso la restauración del medio ambiente, pero la asociación cree que precisamente hace lo contrario, la de alterarlo con elementos artificiales y obras de una dudosa utilidad y gran coste económico y siempre dentro de la política del hormigón.
Toda esa zona y hasta Aguadú, añade Melilla en Verde, es un cúmulo de residuos tanto en el litoral como en los fondos, pero la consejería no dedica personal ni presupuesto a su limpieza, que es donde debería ir a parar ese millón de euros en vez de alterar el litoral con más hormigón que ya estamos sobrados en la ciudad.
"Nos cuesta creer que la Dirección General de Costas haya realizado esa concesión sin más estudio, ya que la actuación en esa zona de acantilados va a afectar a la biodiversidad siendo especialmente sensible para la avifauna de litoral, donde nidifican las aves".
Es un espacio además que puede ser de interés arqueológico, por ser el espacio más antiguo ocupado por el ser humano en la ciudad de Melilla, y que merece ser estudiado más a fondo para concretar si existe riesgo de perder vestigios arqueológicos que puedan resultar de interés histórico para la ciudad.