Melilla cumple con la tradición. La pandemia no ha impedido que los melillenses cumplan con la promesa de sus antepasados y hagan el via crucis con el Cristo del Socorro. Esta imagen en el siglo XIX devolvió la esperanza a la ciudad y la salvó. Hoy de nuevo los creyentes rezaban a esta talla rodeada de cuatro mujeres y cuatro faroles con los que siempre ha salido en procesión.
El coronavirus impide salir a hacer el via crucis en la calle e incluso llevar la imagen del cristo alrededor de los fieles. Pero la oración suena fuerte en la iglesia del Sagrado Corazón.
Ha sido en el altar donde la imagen ha recibido la corona de espinas, pero no la llevará mucho tiempo porque se entregará al Hospital Comarcal. Es allí donde comenzó a librarse una batalla hace un año y aún se lucha para salvar vidas.
Un año más Jesús recibe la plegaria y el pueblo cumple su promesa.