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La aparición estelar de Dani Rodríguez en los últimos minutos, en los que anotó 9 puntos que permitieron frenar los intentos locales de remontada
El acierto en el lanzamiento de triples y la agresividad en defensa fueron los principales argumentos sobre los que el Melilla Baloncesto asentó su tercera victoria consecutiva, tercera también a domicilio en el actual curso. Supo el equipo de Alejandro Alcoba, que realizó un encuentro muy completo, sortear los contratiempos que le fue planteando el encuentro, como la prematura eliminación de Guerra o las buenas rachas locales, para acabar decidiendo el encuentro gracias a la aparición estelar de Dani Rodríguez en los últimos minutos, en los que anotó 9 puntos que permitieron frenar los intentos locales de remontada.
El encuentro comenzó con un duelo de titanes en la pintura: Olmos y Guerra. Fueron los referentes de sus equipos en los primeros minutos del primer cuarto, que cada uno finalizó con 8 puntos en su casillero de anotación y siendo los jugadores más valorados.
El apabullante dominio del rebote concedió a los pupilos de Alejandro Alcoba mucho margen para camuflar sus bajos porcentajes de anotación en los tiros de 2, aunque su buena mano desde más allá de los 6,75 metros -9 triples de 18 intentos al descanso- le permitió desarbolar a un Leyma certero dentro de la zona aunque errático en el lanzamiento exterior. Acumuló once fallos consecutivos desde la línea de 6,75 antes de anotar su primer triple en el minuto 14.
El equipo herculino, que había respondido bien al primer arreón melillense y había equilibrado un 8-14, se estancó en el tramo final del cuarto inicial y se vio sometido por la mayor intensidad aportada por la rotación del Melilla.
Un triple del bosnio Kapelan encendió las primeras alarmas en las filas locales y Gustavo Aranzana solicitó un tiempo muerto (min. 13) para frenar el impecable arranque de segundo cuarto de los hombres de Alcoba, con sendos triples de Samb y el referido de Kapelan (14-25). El ritmo de juego y la agresividad mantuvieron al conjunto melillense con cierta holgura por delante. La única canasta de Dani Rodríguez antes del último cuarto, tras un tiro a tablero en el que recogió el rebote para anotar sobre la bocina antes del intermedio, le permitió disparar la diferencia a los 13 puntos (32-45) tras una gran primera parte a nivel colectivo, con Kapelan (14 puntos) y Guerra (10 puntos, sin fallos en los lanzamientos) como referentes.
Kapelan y Guerra, a los que se sumó un Almazán siempre especialmente motivado cuando regresa a A Coruña, lideraron un nuevo arreón del Melilla, que estiró la renta a 18 puntos (36-54), con 30 puntos aportados entre el alero bosnio y el pivot grancanario (min. 34). Aprovechó el Leyma Coruña el descanso a Kapelan y una mayor implicación en el rebote para llegar a situarse por debajo de los 10 puntos de desventaja (50-59), pero nuevamente Durán y Almazán recurrieron a los lanzamientos triples para devolver la tranquilidad a las huestes melillenses (50-65).
La eliminación de Guerra, el jugador visitante más valorado hasta ese momento, supuso un problema añadido para Alcoba, que se quedó sin el pivot canario tras cometer cuatro personales en el tercer cuarto. Con Fall y Samb también al borde de la eliminación, sufrió en el juego interior para contener a un Olmos que empieza a coger la forma. Ahí, cuando más desarmado parecía el equipo y se cernían las dudas, apareció el jugador llamado a decidir los encuentros en los momentos delicados: Dani Rodríguez.
Con lanzamientos tras bloqueo y penetraciones destrozó al Leyma, que había llegado a soñar con la remontada cuando se vio solo ocho puntos por detrás (59-67, min. 34), pero que tuvo que claudicar ante la nueva exhibición de un viejo rockero que se resiste a dejar de ser determinante en cada uno de los partidos que disputa.