Érase una vez una niña que soñaba con jugar con sus amigos, con ir al parque, con crecer y hacerse mayor, pero con sólo cinco años esa niña llamada Vicky falleció de un tumor cerebral. A partir de entonces, su madre Laura García Marcos decidió crear la fundación El sueño de Vicky con el fin de recaudar fondos para el cáncer infantil que, aunque la Organización Mundial de la Salud lo conmemora el 15 de febrero, su fecha es el 29 de febrero, Día de las Enfermedades Raras porque, en contra de lo que podamos pensar o creer, el cáncer infantil es considerada una enfermedad rara, así que el dinero que se destina a la investigación es mínima porque le corresponde una partida mínima del montante global dirigido al estudio de las denominadas enfermedades raras y existen 7 mil enfermedades raras diagnosticadas.
La historia de Vicky
Vicky era una niña normal, melliza con dos hermanos un poquito mayores, aunque de familia madrileña se encontraba residiendo en Panamá en el momento del diagnóstico porque su padre, ingeniero de Caminos, se encontraba realizando un proyecto. Estando en Panamá, un día a la niña se le cierra el párpado de uno de los ojos. Su madre decide llevarla al médico, pensando que le había picado una araña, pero el diagnóstico es muy distinto. Le comunican que su hija padece una enfermedad rara y que sólo le quedan tres meses de vida. En ese instante, sus padres recorren cielo y tierra, regresan a España y visitan los mejores médicos de España y Europa. Tras varias pruebas médicas en una resonancia descubren que tiene un tumor cerebral para el que existe tratamiento de adultos, adaptado al peso de líquido de una niña de su edad, pero con unos efectos secundarios fortísimos. Tras la muerte de la pequeña, con tan sólo cinco años, su madre Laura García Marcos le pregunta al especialista en Oncología Pediátrica, que trató a la niña, el doctor Álvaro Lassaletta Atienza qué podía hacer para luchar por los niños que padecen tumores cerebrales. En ese momento, el doctor Lassaletta acababa de llegar de Toronto, ciudad en la que se había creado una unidad de tumores cerebrales pediátricos. Fue en aquel instante cuándo la madre de Vicky decidió donar los siete mil euros que tenía ahorrados de donantes. Fue en ese preciso momento cuando se colocó la primera piedra de la fundación El sueño de Vicky con el objetivo de donar fondos para la investigación del cáncer infantil que se destinan al Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid, al Centro de Investigación Médica aplicada que está en Navarra, desde dónde se realizan muchos ensayos clínicos. Verónica García es la embajadora de esta Fundación en Melilla y quiere dejar claro que “todo lo que se recauda en nuestra ciudad se deriva al Hospital Infantil Niño Jesús. En ese centro se hace además un seguimiento de los niños desde que han superado el cáncer hasta la adolescencia”, pero no sólo eso, el hospital se encarga “de la rehabilitación por las secuelas de fisioterapia, de logopedas, de muchos profesionales que atienden a los niños con secuelas tras vencer al cáncer”.
Hablar con Verónica García es hablar de una persona repleta de energía positiva, de alegría y de fuerza para conseguir recaudar fondos para un proyecto tan importante. Nada más y nada menos que salvar vidas a una edad, en la que nadie debería padecer esta horrible enfermedad. El mes de febrero es el mes de la concienciación del cáncer infantil, pero el último día de febrero, el 29, coincidiendo con el Día de las Enfermedades Raras, pero al coincidir un día de semana, la organización decidió que el primer fin de semana de marzo se celebre una comida solidaria. “En esta ocasión será una comida pequeñita porque queremos organizar algo más concurrido más adelante como en otras ocasiones”.
Pero como Verónica García nunca para ha decidido poner en marcha la venta de 2.000 pares de calcetines solidarios: “Pretendemos crear retos entre distintos colectivos y éste consiste en colocarnos los calcetines bajo el lema ‘¿Me ayudáis a pisotear el cáncer infantil’. Entonces vamos a ir retándonos unos colectivos a otros”.
Toda ayuda es poca
Pero la embajadora de El sueño de Vicky va más allá. Hace unos años presentó el libro “Clepsidra. Días Robados”, donde un 25% de los beneficios recaudados se donaron a la investigación de cáncer de mama metastásico. Verónica nos comenta que “para escribir esta novela estudió a 77 pacientes con cáncer de mama metastásico. Estamos muy felices con la acogida que ha tenido porque hemos aportado muchos beneficios. En la actualidad, estoy inmersa en mi segundo trabajo que tendrá un porcentaje destinado a la fundación El sueño de Vicky. Las personas que deseen colaborar con la entidad en Melilla, pónganse en con Verónica García Canela a través del correo electrónico: data-original-string="Ayz91KrdbenZo4cLHPShxw==5fa1vLb/EEi5+IsMVSeMacnBK0g2v9qwNVxzp+mJYeDOQ0=" class="apbct-email-encoder" title="Este contacto ha sido codificado por Anti-Spam by CleanTalk. Haz clic para decodificar. Para finalizar la decodificación, asegúrate de que JavaScript está activado en tu navegador."> vg***********@gm***.com