Las comuniones se han adelantado a abril, aunque tradicionalmente se celebran en mayo-junio, dependiendo de la zona de España y el clima.
Nuestra ciudad tiene una temperatura envidiable y ayer el buen tiempo acompañó a las decenas de niños del colegio Buen Consejo que hicieron su Primera Comunión en el Sagrado Corazón.
La plaza Menéndez Pelayo estaba abarrotada de familiares y amigos de los pequeños, que mostraban su ilusión no sólo por su iniciación religiosa sino también por el convite y los regalos que les esperaban al finalizar la ceremonia.
Las comuniones dan vida a los bares y restaurantes de Melilla que este fin de semana se han visto un poco más animados con motivo de la celebración, en la jornada de hoy, de una prueba de la Copa de Europa de Triatlón.
El Faro quiso tomar ayer el pulso a la calle y preguntó a los melillenses qué les parece la apuesta decisiva que el Gobierno local está haciendo por promocionar la ciudad como sede deportiva nacional e internacional.
Salvo alguna excepción, los melillenses reconocen el esfuerzo del Ejecutivo y la labor del consejero de Deportes, Antonio Miranda. Las pegas, que siempre las hay, van en la línea de pedir más apoyo para el deporte base.
En eso estamos de acuerdo, pero estamos dando pasos hacia delante. Que hoy compitan en Melilla deportistas de 26 países da tanta o más publicidad que cualquier anuncio que podamos poner en cualquier soporte publicitario.
La gente viene a Melilla y descubre que en estos casi 13 kilómetros cuadrados hay más que vallas y fronteras.
La afición al deporte que existe en la ciudad ayuda a que el visitante se encuentre una Melilla saludable y hospitalaria.
Hoy tenemos que mostrar nuestra mejor cara. Hay que tender la mano a los visitantes para que se lleven no sólo el recuerdo del Europeo de Triatlón, sino también el calor y el cariño de Melilla.
Nuestra ciudad va camino de convertirse en un enclave deportivo. Se está trabajando en ello. Los hosteleros y hoteleros se frotan las manos con la Africana. Vamos en la dirección correcta.