Más de un tercio de los españoles (37,7%) se ha visto obligado a hacer recortes en gastos tan básicos como la alimentación por la imparable subida de precios, que en Melilla llegó en marzo pasado al 9,2%, en comparación con el año anterior, según evidencia un estudio de Sigma Dos para El Mundo publicado recientemente.
Otro dato nada menos que preocupante es que estos recortes en comida alcanzan hasta un 50% en los hogares con bajos ingresos, situación en la que se encontraba en 2019 el 35,7% de los habitantes de la ciudad autónoma.
Mientras la crisis económica sigue golpeando fuertemente a las familias españolas, en los últimos meses un 56,1% de ellas ha tenido que recortar gastos del hogar, entre los que se incluyen el empleo de electrodomésticos.
Asimismo, el 75% de la población ha tenido que rebajar también los gastos mensuales en ocio, ropa y hostelería; mientras un 63% ha recortado en el uso del vehículo privado.
Más gastos que ingresos
No obstante, los recortes no han impedido que en el 30,6% de los hogares los gastos mensuales sean mayores que los ingresos. Por ende, han tenido que destinar menos dinero igualmente a viajes y vacaciones, como ha afirmado el 69,8%.
Al menos un 34,4% de los españoles, por ejemplo, ha confesado haber modificado sus planes de Semana Santa por la situación económica. Aquí están comprendidos quienes cambiaron de destino para ir a uno más barato, que fue el 7,8%; quienes disminuyeron la cantidad de días que pasarían fuera de casa (8,7%); y quienes suspendieron por completo sus planes para esta fecha (17,9%).
Por el contrario, hay un 16,8% de la población que asegura poder recurrir a los ahorros para compensar la situación. Sin embargo, otro 13,8% no tiene este tipo de recursos ni forma de enfrentar la deuda.
Además, hay un 37,9% que tiene sus cuentas equilibradas, pero no puede darse el lujo de ahorrar ahora; y un 27,7% que asevera que sí puede ahorrar mensualmente en las circunstancias actuales. Así, solo una cuarta parte de la población refleja una posición económica cómoda.
Una crisis tras otra
Al mismo tiempo, según han destacado desde El Mundo, los españoles acumulan tres crisis: la del 2008, la de la pandemia y la actual, desatada por la guerra en Ucrania, lo que ha hecho que se eleven también sus niveles de pesimismo, una tendencia generalizada en los distintos grupos de edad y los votantes de todos los partidos.
En concreto, un 66,1% de la población considera que la situación económica es "mala" o "muy mala". Apenas un 12% ha dicho que es buena.
Bastante desanimada es asimismo la visión de la mayoría sobre el escenario futuro. Cerca de la mitad de los españoles (46,9%) piensa que las cosas se agravarán en los próximos meses; otro 32,9% cree que seguirán igual; y solo el 16,7% indica que habrá mejoría.