El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha resaltado la importancia de la declaración conjunta suscrita entre España y Marruecos, porque "se establece una relación del siglo XXI entre dos países que han estado cerca" y supone terminar "un momento que se puede decir de desencuentro" entre ambos.
El ministro del Interior, que ha presidido en Cuenca el acto de entrega de diplomas a los nuevos funcionarios del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias, ha analizado en declaraciones a los medios de comunicación esta declaración conjunta, que "profundiza" en la relación bilateral de ambos países en diversos ámbitos, como la sanidad, la inmigración, las infraestructuras, la industria, la cultura, la educación y la formación profesional, entre otros aspectos.
"Somos países fraternos, países amigos, colaboradores leales del pasado, del presente y del futuro" , ha resaltado Grande-Marlaska, que ha incidido en que las relaciones con Marruecos tienen "un nivel de entendimiento absolutamente importante, relevante", y ha añadido que "lo han tenido en todo momento".
Sin embargo, ha considerado que "este nuevo refuerzo de las relaciones, con un ímpetu nuevo, siempre es importante", por lo que "todo lo que se pueda mejorar, hay que mejorarlo" y ha añadido: "En ese camino estamos".
En cuanto a la reapertura de las fronteras en Ceuta y Melilla, ha recordado que se ha acordado la creación de un grupo de trabajo para proceder a una reapertura gradual, que permita la libre deambulación de personas y circulación de mercancías, si bien ha apuntado que aún se está en una situación de pandemia.
En cualquier caso, ha confirmado que la apertura de las fronteras va a ser "gradual y de común acuerdo, como corresponde, en materia de bilateralidad", y también ha señalado que se trabaja para que este año se pueda recuperar la operación Paso del Estrecho.
Por otro lado, Grande-Marlaska también ha sido preguntado por la decisión de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de retirarle la medalla de honor que le concedió y, tras asegurar que no desea confrontar con ninguna asociación, ha afirmado que como servidor público lo único que le dirige en su trabajo es "la aplicación de la ley en todo momento y la defensa de los valores democráticos, sea lo que sea el esfuerzo y el precio que haya que pagar".
Así, ha aseverado que los funcionarios públicos no trabajan para tener "recompensas de ningún tipo" porque su "máxima recompensa es el cumplimiento de la ley".