Un hombre de más de 80 años se clavó un anzuelo en La Hípica en la tarde de ayer. Las continuas quejas de los usuarios de la playa de Melilla sobre los peligrosos hallazgos en la orilla del litoral obtuvieron respuesta por parte del presidente accidental de la Ciudad, Miguel Marín. El problema radica en la práctica de la pesca deportiva en la playa que deja, tras de sí, los útiles abandonados en la arena y que, por el día, los bañistas se encuentran. De hecho, en la tarde de ayer un hombre de algo más de 80 años iba paseando con su esposa por la orilla en La Hípica y se clavó en el pie un anzuelo. La mujer se desmayó al ver la sangre. Ambos fueron atendidos rápidamente por los servicios de Protección Civil y Socorrismo .
Marín dijo estar “convencido” de que el disfrute de los pescadores y de los bañistas de la playa es “compatible” e hizo un llamamiento a los pescadores para que “hagan lo imposible por no dejar en la orilla anzuelos, que puedan provocar un accidente”.