El consejero comenta que la rotonda también está regulando el tráfico como se había previsto.
Dos semanas después de haber sido inaugurado el paso subterráneo de Alfonso XIII, desde la Consejería de Fomento se ha hecho un primer balance sobre el funcionamiento óptimo del túnel, estimando que este se hace correctamente.
En este sentido, el consejero del área, Rafael Marín, aseguró en rueda de prensa que se han cumplido todos los objetivos propuestos en un inicio con el proyecto, entre ellos la mejora en la regulación y tránsito del tráfico que pasa por este punto de la ciudad.
Junto a ello, destacó que se ha observado por parte de la Policía Local que la gran rotonda que se ha habilitado está cumpliendo su función correctamente en lo que respecta a la regulación del tráfico y remarcó que se acaba de terminar el último de los trabajos que quedaban por hacer, en concreto pintar los dos carriles de salida de la última rotonda, en la zona conocida como Logüeno.
En otro orden de cosas, se están analizando los tiempos que se tardan por parte de los vehículos en circunvalar la rotonda.
Marín recordó que el túnel cumple con toda la normativa de seguridad existente en España en estos momentos y señaló que se han instalado cuatro cámaras de vigilancia así como diez extintores, para el caso de que se produzca un incendio o un accidente en el túnel.
En caso de que sea así o de que se produzca otro tipo de imprevisto, también se tiene preparado un semáforo y una barrera de seguridad que impediría el paso de vehículos por la zona.
Finalmente, resaltó que hay detectores de dióxido de carbono, niveles de humo y focos de iluminación interior con la peculiaridad de que estos tienen sensores de opacidad para evitar contrastes a la entrada y salida del paso subterráneo.