Durante todo el mes de noviembre, los centros escolares de Melilla están viviendo una experiencia diferente para conocer el pasado de la ciudad de una forma dinámica, divertida y participativa. El actor, autor y director Manu Arrarás ha estrenado la obra Misión: Salvar la Historia, un proyecto teatral impulsado junto al Museo de Melilla dentro de una campaña escolar destinada a despertar el interés de los más jóvenes por la historia, el arte y el legado cultural de la ciudad. Cabe destacar que es una iniciativa de la Consejería de Cultura.
La pieza, escrita, dirigida y protagonizada por el propio Arrarás, se estrenó el pasado miércoles 29 de octubre en el IES Rusadir, donde se celebraron dos pases con un entusiasta recibimiento por parte del alumnado. A lo largo de este mes, el montaje continuará representándose todos los miércoles con dos funciones diarias, a las 9:20 y 10:20 horas, en diferentes centros educativos. Tras las nuevas sesiones del 5 y 12 de noviembre en el IES Rusadir, la obra se trasladará al CEIP Mediterráneo, donde el 18 y el 25 de noviembre se realizarán las representaciones para un total de 420 alumnos.
El proyecto, que combina teatro, divulgación histórica y humor, nace con el propósito de acercar el patrimonio melillense a los escolares a través de la ficción y la participación. “Esta campaña escolar está pensada para despertar el interés en la historia, el arte y el legado cultural de nuestra ciudad a través del teatro”, explica Arrarás. “Es una obra en tono de comedia y 100% interactiva para captar la atención del espectador durante todo el espectáculo”.
Un viaje por la memoria de Melilla
La trama gira en torno a Flin, un proyector de la línea del tiempo acomodado y despistado que, tras un error, provoca la desaparición de varios objetos esenciales para la historia de Melilla. A partir de ese momento, deberá emprender una misión contrarreloj para recuperar el recuerdo de las piezas perdidas con la ayuda de los estudiantes, convertidos en “emisarios del tiempo”.
Cada objeto representa un fragmento del pasado de la ciudad, desde la Melilla prehistórica hasta la contemporánea, pasando por su herencia fenicia, bereber, hebrea y cristiana. A medida que la trama avanza, los alumnos colaboran activamente con el protagonista para resolver enigmas, superar pruebas y reconstruir la memoria colectiva de Melilla.
“Los alumnos entraron de lleno en la obra, participando muy activamente, riendo y colaborando con las pruebas a realizar para recuperar el recuerdo de las piezas”, relata Arrarás. La dinámica interactiva convierte a los escolares en auténticos protagonistas del espectáculo, fusionando el aprendizaje con la emoción del juego teatral.
Además, en paralelo a las representaciones, los estudiantes pueden contemplar réplicas ampliadas de las piezas originales del Museo Etnográfico, expuestas en los centros hasta el último día de función. Esta exposición itinerante permite un aprendizaje visual y tangible, conectando directamente la ficción escénica con los objetos reales que forman parte del patrimonio cultural melillense.
Teatro, historia y educación
El proyecto forma parte de la apuesta del Museo de Melilla por integrar el arte escénico en sus actividades pedagógicas, acercando su colección a las nuevas generaciones. A través de la comedia, el ritmo y la interacción, Misión: Salvar la Historia busca demostrar que el conocimiento del pasado puede ser una aventura apasionante.
“Soy un enamorado de Melilla”, confiesa Manu Arrarás. “Me fascina su historia, tanto arquitectónica como cultural y artística. Si además puedo aprender aún más con el trabajo de investigación que realicé para crear el guion y llevarlo a los más jóvenes a través de la comedia… era imposible decir que no”.
El actor reconoce que el proceso de documentación fue tan enriquecedor como el creativo. “Para escribir esta historia tuve que sumergirme en los archivos del Museo y conocer a fondo cada pieza, su origen, su contexto y su valor simbólico. Cada una de ellas guarda una historia fascinante que merecía ser contada de una forma cercana y divertida”.
El resultado es un espectáculo que combina humor, divulgación y emoción, concebido como un puente entre la cultura y la educación. Arrarás, que lleva años vinculado al teatro local, considera que la escena es una herramienta poderosa para sembrar curiosidad y respeto por la historia. “El teatro tiene la capacidad de transmitir conocimiento de manera viva. Los niños no solo escuchan, sino que sienten, reaccionan y se implican. Aprenden sin darse cuenta”.
Un proyecto que despierta vocaciones
Las primeras funciones han sido un éxito rotundo entre los escolares. Los profesores han destacado la capacidad del montaje para despertar el interés de los alumnos por el patrimonio de su ciudad y fomentar valores como la cooperación, la memoria y la identidad cultural.
Durante las representaciones, los jóvenes se muestran expectantes y participativos, siguiendo con entusiasmo cada paso de Flin y ayudándole a “salvar la historia”. Tras la obra, los grupos recorren la exposición de piezas, observando cada una con la curiosidad que despierta haber formado parte de su recuperación simbólica.
El montaje, producido por Arrarás & Co con la colaboración del Museo de Melilla y el Área de Cultura de la Ciudad Autónoma, representa un paso más en la consolidación de proyectos culturales que combinan arte y pedagogía. Su formato adaptable permite su desarrollo en centros educativos, lo que facilita que un amplio número de escolares pueda disfrutarlo sin desplazarse.
Una experiencia para recordar
Con Misión: Salvar la Historia, Melilla demuestra que la cultura puede ser una herramienta transformadora cuando se une a la educación. La propuesta de Manu Arrarás no solo entretiene, sino que enseña a mirar el pasado con nuevos ojos, entendiendo que la historia no es una materia muerta, sino una narración viva que continúa construyéndose cada día.
“La respuesta del público ha sido maravillosa”, señala el creador. “Ver a los niños atentos, riendo, participando y aprendiendo es la mayor recompensa. Esa energía es la que mantiene viva la historia de Melilla”.
La campaña escolar continuará a lo largo del mes con nuevas funciones en distintos centros educativos, en las que cientos de alumnos seguirán viajando por el tiempo junto a Flin para descubrir los secretos del patrimonio melillense. Al final de cada representación, los estudiantes no solo habrán disfrutado de una experiencia teatral única, sino que habrán aprendido que la historia también puede salvarse… desde un escenario.








